El triunfo del ciudadano Nozal frente al Ayuntamiento de Palencia

Palencia

Combativo, independiente, luchador, creativo, inteligente, escritor, cineasta, pintor, ateneísta, peculiar, irónico... pero, ante todo, ciudadano consciente del legado que debemos dejar a nuestros hijos y nietos. Eso y mucho más es Abbé Nozal. Un buen día se indignó. Se enteró a través de los medios de comunicación de que el proyecto de reforma del parque de Jardinillos de Palencia incluía la tala de 73 árboles. Le pareció inadmisible y tuvo una idea: la de presentarse en el parque con una silla, una manta y un libro para escenificar de forma pacífica su protesta por la tala.

Al principio su compañera sentimental no le tomó muy en serio. Lo atribuyó a la indignación del momento. Pero Nozal ya tenía muy claro que iba a llegar hasta el final y así lo anunció en sus redes sociales. El primer día, pensando que iba a estar solo, 'armado' con una silla, una manta y un libro, Nozal se presentó en el parque y cuál sería su sorpresa al comprobar que allí había ya medio centenar de personas secundando su peculiar movilización contra la controvertida tala consentida por el consistorio.

Pero la lucha no acabó ahí. Nozal fue al juzgado y pidió la paralización de la tala. La primera batalla ganada frente al aparato del sistema se tradujo en la paralización de la tala. La medida judicial se produjo en medio de la soberbia de algún concejal del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento al que la resolución le escoció en su orgullo. El intelectual palentino había puesto una pica en Flandes. Pero había logrado lo más importante: evitar la tala y lograr la protección de los árboles durante la realización de unas obras que se prolongaron en el tiempo y que finalizan el próximo día 15.

En medio, ocurrieron cosas. La más llamativa fue que un temporal tumbó un árbol. Y al concejal de Urbanismo le faltó tiempo para afirmar que era uno de los que se iban a talar. Debía estar tan rabioso, tan deseoso de hacer prevalecer su verdad, que mintió o se equivocó. No. El árbol no era de los que se iban a talar. Se volvió a constatar que la soberbia es mala compañera para la gestión de los intereses ciudadanos. Y esta semana que está a punto de finalizar llegó la sentencia. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo daba la razón a Abbé Nozal. La tala no estaba justificada.

Los servicios propagandísticos del Equipo de Gobierno, los que se encargan de difundir la noticia a los medios y que siempre dulcifican la noticia cuando es negativa para quienes gobiernan, intentaron quitar hierro a la sentencia. Difundieron la información de que no entraba al fondo de la cuestión. Otra mentira o error de unos servicios de información que en demasiadas ocasiones son serviles en exceso y que flaco favor le hacen a la transparencia. La sentencia sí entra al fondo. Y es que el fondo no es otro que los árboles no se deben talar. No hay otra realidad. Al concejal de Urbanismo le debía salir humo por las orejas, como en las viñetas de los tebeos. A veces recuerda a los personajes tan característicos que interpretaba José Sazatornil ‘Saza’.

Como nuestros munícipes no se cortan, al día siguiente de la sentencia organizaron una visita al parque. Había que contrarrestar el varapalo judicial. Allí se presentaron el edil de la soberbia, el concejal de Urbanismo, el edil de los dos sueldos, el también diputado Alfonso Polanco y el edil de inexistente gestión, Juan Antonio Marcos. Vendieron las bondades de la remodelación del parque. Pero en realidad, estaban desnudos. Como el emperador del cuento. Un ciudadano, el ciudadano Nozal les había puesto en evidencia. La lucha no ha acabado aquí. En Palencia ha levantado ampollas la tala a matarrasa de árboles en la ribera del Carrión. Ojo a ese tema que nos puede deparar más noticias. De momento, ha nacido una plataforma ciudadana en defensa del arbolado. Tiempo al tiempo.