Más prudencia

Jerez de la Frontera

El Consejero de Turismo, Juan Marín, ha anunciado esta mañana en los Encuentros SER que la Junta acudirá a los tribunales si el Gobierno Central le impone las restricciones aprobadas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. La Junta habla de una vulneración de competencias, aunque lo que subyace, es un rechazo a las restricciones propuestas por el Ministerio ya que, en palabras de Elías Bendodo, serían“el golpe de gracia a la hostelería y el ocio nocturno”.

Debería bastar con recordar que Andalucía está en el nivel de riesgo 3 de un total de 4 en esta pandemia tras escalar hasta una tasa de 187 positivos por cada 100.000 habitantes.

En Alemania, con una incidencia de 75, en ciudades como Berlín se puede ir a tiendas y restaurantes al aire libre si se dispone de un test negativo; en Italia, con una incidencia por debajo de 80, se mantienen las restricciones hasta el 31 de julio; en Reino Unido, con una tasa de poco más de 65, se replantean retrasar la apertura de discotecas prevista para el 21 de junio por el aumento de contagios.

Frente a esto, en España, con una tasa de 118 y todavía el 21% de la población vacunada, bastante lejos del ansiado 70%, el Sistema Nacional de Salud permite la celebración de eventos de hasta 500 personas, fija el cierre de bares y restaurantes a las doce de la noche y el del ocio nocturno, a las 2 de la madrugada, con posibilidad de llegar hasta las tres.

No seré yo quien defienda la gestión del Gobierno central en esta pandemia, pero, ¿de verdad la Junta considera duras estas medidas? Triplicamos la tasa de destinos competidores como Italia o Portugal. Fue y es un error hablar de normalidad. Si no bajamos los contagios, mejor olvidarnos del semáforo verde para la llegada de británicos a la Costa del Sol.