El Valencia Basket se gusta ante el Madrid y fuerza el tercer partido
El equipo taronja muestra una versión radicalmente distinta a la del primer partido y, ante 1000 personas en la Fonteta, actúa como un ciclón pasando por encima del Real Madrid, que recibirá en la capital de España a los de Ponsarnau el jueves a las 22:00 en el choque que decidirá quién pasa a la final
Valencia
Salió el Valencia Basket con la lección aprendida, corrigiendo los notables fallos que le lastraron 48 horas antes en el Wizink Center. Férreos en defensa, dominando principalmente su pintura, y con un mayor acierto en ataque. Un ejemplo de la mejora en ambas facetas fue Dubljevic, poderoso bajo el aro propio (poniendo incluso tapones) y percutiendo desde la línea de tres y con sus clásicos ganchos. El Real Madrid, por el contrario, se veía superado, sin el dominio reboteador del primer partido y mucho menos acertado en ataque. Sólo Carroll mantenía el tipo en el equipo blanoc. Al final del primer cuarto: 24-18.
Fue en el segundo cuarto cuando el Valencia Basket apretó el acelerador y abrió una brecha en el marcador que el Real Madrid ya no iba a poder cerrar en todo el partido. Aparecieron dos jugadores taronjas como Hermannsson y Labeyrie para romper el partido y superar la renta de +10 de la que yo iba a bajar su equipo. Un triple sobre la bocina del islandés iba a levantar de sus asientos a los 1000 aficionados que acudieron a la Fonteta y que veían el marcador al descanso 44-29.
En la reanudación podría haber algún temor a que, pese a estar muy mermado con sus seis bajas, el Madrid diese algún zarpazo para meterse en el partido. Pero nada más lejos de la realidad. El equipo de Laso se seguía mostrando inoperante y el Valencia Basket seguía en plan ciclón, apareciendo Williams (en su versión 'cara a'), fuerte en defensa y adornándose 'rompiendo' el aro madridista. Irrumpió el americano pero el dueño del partido seguía siendo Labeyrie, que despedía el tercer cuarto con un triple que colocaba el 65-48 en el marcador.
El último cuarto iba a ser el de la puntilla taronja, el del derroche de placer entre los aficionados que se rendían ante Prepelic, Dubi, Labeyrie y el resto de jugadores del Valencia Basket que iban aumentando su renta hasta llegar al +24, que el Madrid iba a reducir hasta el 85-67 final. Una victoria que debe enseñar el camino a los de Ponsarnau para saber que es más que posible ganar el jueves en el Wizink Center, mostrando esta versión y no la del primer partido.
Chimo Masmano
Redactor de Deportes en Radio Valencia