La Consejería de Educación instó al IES Anaga a prohibir los escotes y el top

Tenerife

El servicio de inspección de la Consejería de Educación recomendó al Consejo Escolar del IES Anaga que prohibiera el uso del top en su normativa, tras haber expulsado de clase a una niña de catorce años por llevar uno puesto. La norma no prohibía expresamente el top, se creó con el fin de impedirlo y tras haber apercibido a la alumna. "No está permitido el uso de tops donde quede parte del cuerpo al descubierto y escotes pronunciados, ropa con transparencias, así como shorts por encima del medio muslo, cholas de playa, etc.". Así quedó redactada la norma específicamente modificada a instancias de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.

La niña de catorce años fue expulsada hasta cuatro veces de clase por llevar puesto un top antes de que esa norma se cambiara. Es decir, se incluyó expresamente el top para ajustar la norma a la vestimenta de la niña. Luis Alberto, su padre, dirigió un escrito a Inspección Educativa y acabó acudiendo a los juzgados para denunciar lo que considera una vulneración de los derechos de su hija, porque hasta entonces la normativa del centro solo planteaba que "el alumnado debe llevar una vestimenta adecuada". Tras la denuncia de Luis Alberto, la dirección del centro convocó un Consejo Escolar que aprobó la modificación de la norma a instancias de Inspección. 

Tanto la dirección del IES Anaga como la Consejería de Educación confirman a la SER que la normativa del centro se modificó expresamente para ajustarla como un guante a la niña. "Se trabaja de forma colaborativa y para eso está el servicio de inspección, para recomendar", aclaran desde Educación a la SER y descartan hacer más declaraciones al respecto. La Ley Orgánica 2/2006 de Educación permite establecer normas de convivencia que incluyen límites a la vestimenta, aunque esos límites no pueden vulnerar los derechos fundamentales de los jóvenes ni afectar de forma desigual a hombres y mujeres. 

"El problema es la mirada pornificada que la sociedad aplica a las niñas", sentencia Esther Torrado, investigadora de la Universidad de La Laguna

"Esto lo que evidencia es la necesidad de incorporar el enfoque de género en todos los planos de la vida cotidiana", explica Esther Torrado. "El problema no está en ellas, sino en esa mirada pornificada que tiene la sociedad que hipersexualiza a las niñas, hay un doble rasero", añade Torrado. "El hábito no hace al monje, me preocupa muy poco si un alumno o alumna lleva gorra o pantalón corto, me preocupa mucho más esa sociedad que hipersexualiza a las niñas y aplica sobre ellas una mirada pornificada", concluye la profesora del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de La Laguna.

La magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Canarias Gloria Poyatos cree que la norma tiene un impacto más lesivo sobre ellas que sobre ellos

"Entre los ejemplos prácticos que se ponen en la propia norma para detallar lo que es vestimenta adecuada hay cuatro que afectan directamente a las mujeres y solo uno a los hombres", explica la ex presidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de España. "Tops, escotes, ropa con trasparencias y shorts por encima de medio muslo" son ejemplos de cosas que atañen directamente a las chicas y solo "las cholas" afectarían presumiblemente a los chicos. "Estas normas no pueden en modo alguno tener un impacto desproporcionado y peor respecto al colectivo femenino en relación al colectivo masculino", añade Poyatos.