Un 18 de julio

La Opinión de Ángel Santiago Ramos (11/6/2021)
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León
El proceso para elegir la nueva dirección del PP leonés está sacando a la luz demasiadas navajas como para pensar que el próximo 18 de julio, la nueva ejecutiva lo sea sin deudas que lastren su mandato.
Con la Plaza de Colón en la cabeza de muchos de sus militantes que no encuentran otro cielo, los populares leoneses vienen de haber digerido demasiadas mandangas. De la dictadura orgánica en la década de la presidenta Isabel Carrasco (2004-2014) se pasó, hasta ayer mismo, a una etapa gestionada por los restos de un naufragio y los intentos desde la Calle Génova de ir colocando amigos en esta dirección provincial.
La estrategia de Pablo Casado de restar apoyos en la región al presidente Mañueco ha terminado por contaminar una organización sin rumbo político desde hace décadas. En este momento el partido está roto en dos mitades de difícil conciliación. Se airean acusaciones de centenares de afiliaciones irregulares, se ponen denuncias en sede policial por coacciones en busca de apoyos y amenaza una de las partes con una supresión cautelar del congreso.
Demasiada leña como para que no haya un incendio en las votaciones de los compromisarios previstas para este 18 de julio de 2021. ¡Vaya fecha ¡.
“Cuando cumplí 18 años tenía dos objetivos: sacar el carnet de conducir y el de NNGG del PP”, son palabras de David Fernández, candidato a la secretaría general, hombre de Génova y de Antonio Silván, de quien deberá aprender, si prospera, a colocarse donde el sol más caliente.
De ambiciones va este congreso, como casi todos los congresos políticos. Lo malo son las navajas que sobrevuelan el candor de quienes como David tienen por patria un partido que no tiene regazo en el que recostarse.




