Resolvemos las dudas legales del pasaporte COVID
Con nuestro periodista jurídico Pedro del Rosal, resolvemos las dudas legales de este certificado que permitirá la movilidad para los ciudadanos de la Unión Europea
Resolvemos las dudas legales del pasaporte COVID
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Madrid
Este verano el turismo vuelve y con él los viajes internacionales. Para regular con la máxima seguridad posible estos viajes, la Unión Europea ha puesto en marcha el llamado Pasaporte COVID. “Una especie de tarjeta digital”, explica nuestro periodista jurídico, Pedro del Rosal, que contiene información sanitaria de su poseedor.
Lo que esta tarjeta refleja es si cumplimos con alguno de los supuestos con los que podemos viajaran a otros países de la Unión. Estos supuesto se recogen en: que el ciudadano esté vacunado, tener una PCR negativa o una prueba que demuestre que se ha pasado el COVID al haber desarrollado anticuerpos.
Una herramienta que, como explica Federico de Montalvo presidente del Comité de Bioética y profesora de ICADE, pretende restaurar una libertad “no tiene que verse como una herramienta que limita, sino como la oportunidad de devolver una libertad personal”.
Aunque haya quien piense que este certificado puede discriminar a los no vacunados, Montalvo insiste en que "el hecho de que se adquiera también por los otros dos supuestos elimina la discriminación por no estar vacunado”. El formato físico, proveerá además de mayor seguridad al sistema, evitando hackeos y siendo accesible a mayor grupo de población. Así como la información que dará será solo la de la posibilidad de viajar, no cual de los tres requisitos se cumplen. Evitando así la transferencia de información personal del usuario.
De la misma forma, este certificado está diseñado para que no se le dé un uso diferente al de restaurar la movilidad. “Es una medida excepcional para una situación excepcional”, insiste Montalvo. En un momento dado se pensó que podría incluirse para acceder a otro tipo de espacios como eventos o comercios, pero se desestimó porque la población sí accedió a vacunarse “se vio como un incentivo para que la gente aceptara la vacunación, pero ahora solo hay un 10% de personas que no quiere vacunarse”, explica Montalvo.
