El Ayuntamiento de València responsabiliza a los Erasmus de los botellones y niega que el problema sea grave

Valencia

El concejal de Protección Ciudadana en el Ayuntamiento de València, Aarón Cano, ha negado hoy que la ciudad se haya convertido en un botellódromo, y ha declarado que es mentira que el botellón arrasara la playa de València este fin de semana, tal  y como han denunciado los hosteleros, vecinos y partidos de la oposición. Según el edil, lo que ocurre es que existen zonas en las que el botellón no se puede controlar. Ha pasado siempre y seguirá pasando. Aún así, ha prometido que se intensificarán los controles.

No es cuestión de aumentar la presencia policial exclusivamente, sino de que haya más concienciación. Cano ha achacado los sucesos a una sucesión de curiosas catástrofes y ha restado importancia a los hechos. Fue un grupo de estudiantes Erasmus, por eso ha convocado una reunión con los vicerrectores de las universidades en València. También lo hará con hosteleros y vecinos.

A pesar de ello, Cano se ha comprometido a aumentar la presencia policial y a actuar "de lunes a domingo" para que eso no vuelva a ocurrir en esta zona. Allí, en la playa, sí se puede actuar porque no existe trama urbana, donde policialmente es más difícil. Respecto a si se han puesto multas por los altercados, el concejal ha dicho que es complicado sancionar cuando se está evacuando una zona.

Los vecinos, sin embargo, no opinan lo mismo. Han lamentado los hechos y la, a su juicio, dejación de funciones del Ayuntamiento y su falta de previsión. Venían semanas alertando de lo que podía ocurrir y ha ocurrido. Es más, el fenómeno, dice, amenaza con extenderse a otras zonas de la ciudad si no se pone remedio. Toni Cassola, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de València, pide mayor presencia policial y vigilancia para evitar que esto suceda. 

Los daños en los chiringuitos de la Malvarrosa ascienden a 15.000 euros. Así que los hosteleros coinciden en que algo se podía haber hecho, más aún teniendo en cuenta las advertencias previas, según el presidente de la Asociación de Restaurantes de la Playa de la Malvarrosa, José Miralles. Miralles cree que una de las soluciones es el sentido común.

La portavoz popular en el Ayuntamiento, María José Catalá, insiste en la necesidad de aumentar la presencia policial en los puntos conflictivos, ya que los vecinos y comerciantes no tienen la culpa. También ha criticado que no exista un plan específico contra el botellón y pide un cambio de estrategia para atajar el repunte de conflictos.

Por su parte, el president de la Generalitat, Ximo Puig, considera que los altercados de este fin de semana no pueden servir para culpar a la juventud. Fueron solo unos pocos, el resto de los jóvenes ha demostrado un comportamiento ejemplar durante la pandemia.