¿Es posible una semana laboral de 4 días en la Comunitat Valenciana?

Valencia

En la sociedad valenciana, al igual que en la española, existe un debate abierto sobre la conciliación laboral y familiar, la racionalización de horarios y, más recientemente la implantación de una semana de trabajo de 32 horas de 4 días laborables. Eso sí, con la correspondiente reducción de salario.

En Hoy por Hoy Locos por Valencia hablamos con José Luis Casero, presidente de la Comisión Nacional para la racionalización de los Horarios, al que preguntamos en primer lugar si se trata de una quimera, de un brindis al sol.

A Casero le gustaría pensar que no lo es. Hay que seguir insistiendo por unos horarios racionales para que las fuerzas políticas lleven a cabo sus compromisos. No solo se trata de flexibilizar la jornada laboral, sino también de modificar los horarios comerciales o adelantar el prime time televisivo, entre otros.

Respecto a la semana laboral de 32 horas, cona la correspondiente reducción salarial, Casero señala que no es lo mismo para una persona que cobra 5.000 euros al mes que para otra que sólo cobra 1.000. Además, hay que tener en cuenta que se trata de una medida que se podría implantar en algunos sectores, pero no en otros.

En España, añade, la mayoría de trabajadores tiene unos horarios irracionales que impiden conciliar el trabajo, el descanso y la familia. El cambio de modelo organizativo y productivo es complicado y más factible para empresas tecnológicas que para una cadena de supermercados.

José Luis Casero recuerda la propuesta de Íñigo Errejón, de que 50 empresas apliquen este sistema y, después de un tiempo, analizar el resultado de esa modificación. También nos recuerda que, gustosamente, está participando en comisiones de todos los parlamentos autonómicos trasladando sus opiniones y conocimientos, pero ahora es momento de ver los hechos trasladados a la sociedad.

Por tanto, la respuesta a si es posible una semana laboral de 4 días en la Comunitat Valenciana, es sí, siempre que los partidos políticos apuesten por ello, como ha ocurrido en Nueva Zelanda para impulsar su economía, y los empresarios entiendan su viabilidad como va a probar de forma voluntaria la compañía española Telefónica a partir del otoño.