El rey y el presidente del Govern, Pere Aragonès, se han saludado este miércoles durante una reunión informal con empresarios en el marco de la reunión anual del Cercle dEconomia, en el Hotel W de Barcelona. El jefe del Ejecutivo catalán no ha participado en la recepción del rey cuando el monarca ha llegado al hotel, pero minutos más tarde Aragonès ha salido a la terraza donde estaba Felipe VI junto a empresarios y otras personalidades políticas y han coincidido. Aragonès, junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el Rey, la vicepresidenta de Asuntos Económicos del Gobierno, Nadia Calviño, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, han mantenido una conversación grupal durante más de dos minutos. Este gesto entre el rey y Aragonès supone un acercamiento entre la Casa Real y la Generalitat, que había roto relaciones con Zarzuela tras el discurso de Felipe VI el 3 de octubre de 2017, dos días después del 1-O. Aragonès da un vuelco a la política de relación institucional de la Generalitat con respecto a su predecesor, Quim Torra, que había decidido que el Govern no participaría en actos a los que asistiera el regente. El gesto de acercamiento institucional se enmarca dentro de la estrategia de Generalitat y Gobierno de rebajar tensiones y que tendrá su próximo capítulo en la reunión de Aragonès con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para la que éste quiere tener aprobados los indultos a los impulsores del 1-O encarcelados. El Govern decidió el martes cambiar el criterio de los últimos años y acudir a cualquier acto que considerara importante aunque esté el Rey, porque considera que la agenda del Govern no debe estar «condicionada» por la del monarca.