Altuna apabulla a Rezusta y se cala su segunda txapela del Manomanista
El de Amezketa se impone por un contundente 22-5 a Rezusta y suma ya cuatro txapelas de Primera con tan solo 25 años
Jokin Altuna, doble campeón del Manomanista
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Bilbao
No hubo color. No hubo final. La superioridad del gran favorito fue tal que dejó en 5 a su rival. La diferencia entre ambos pelotaris es, a día de hoy, abismal. Jokin Altuna tiene el zurrón lleno de recursos. Beñat Rezusta cuenta con una zurda de escándalo, pero con eso no vale para ganar un título a todo el frontón. El de Bergara tiene el mérito de haber conseguido que un zaguero se meta en la final, algo inusual en la pelota de hoy en día.
Altuna consiguió su segunda txapela del mano a mano. Una final que comenzó a ganar en el mismo momento en el que el juez de cancha lanzó la txapa al aire del frontón Bizkaia de Miribilla. Salió azul. El saque inicial fue para el de Amezketa. Y gracias a la táctica del saque-remate y a un material que apenas tenía vuelo, el delantero logró una primera ventaja (7-0) que supo gestionar hasta el final.
Es más, los primeros tantos que subieron al casillero de Rezusta fueron por errores no forzados de su rival. Beñat no se encontró cómodo en ningún momento. Fue siempre a contracorriente, buscando en su petate argumentos con los que detener la sangría que estaba sufriendo. Pero no los encontró. En ningún momento ofreció la sensación de poder meterse en el partido.
Ha herida no terminó de supurar. Todo lo contrario. Se fue agrandando gracias a un enorme despliegue de argumentos por parte del amezketarra. Hizo cuatro tantos de saque, le tuvo de recadista a su rival durante buena parte del partido y exhibió esos recursos que le han llevado a convertirse en el indiscutible número 1 de la pelota. Con aperturas de gancho al ancho, con paraditas en el txoko con dos paredes o con pelotazos que volaron por encima de la cabeza de su enemigo, Altuna consiguió su segundo entorchado en la competición reina de la pelota.
A todo esto, Iñaki Artola, al que una inoportuna lesión le privó de jugar el partido más apetitoso de la temporada, presenció desde la grada del frontón el despliegue de Altuna III. ¿Qué habría pasado si Artola hubiese jugado la final? Nunca se podrá saber, pero seguro que al de Alegi le espera en el camino alguna otra gran final. Eso sí, mucho tendrá que pelear si el que está enfrente es el Jokin Altuna de ayer en Bilbao. Un pelotari pletórico que lo hizo casi todo bien.