Siempre soñó con ser el número 1. Y ha llegado. Pero el recorrido para Jon Rahm no ha sido sencillo. Hasta lo más alto solo se llega con talento, tesón y trabajo.Con golpes. Y más golpes. Lloviendo, con sol, con frío y calor. Horas y horas en los campos de su niñez, en Barrika y en los campos de alrededor, hasta que se le quedaban pequeños. Luego los de Larrabea, en Legutio. Ahi se fue forjando el que es hoy el mejor golfista del mundo y el priemer español en ganar el US Open. Así lo ha recodado en una entrevsta a EFE. Ante la pregunta de la dificultad de los últimso «putts» por el bacheado del green, el gofista de Barrika ha rememorado que «esos golpes me han recordado a los que daba en Larrabea, con campos bacheados y no tan buenos como estos. Así que, como los he ensayado millones de veces, no me ha resulatdo complicado», aserrua el de Barrika. “Cuesta creer que hace un par de meses estaba en el hospital con Kepa viendo al Athletic jugar la Copa del Rey. Luego me voy corriendo al Masters y lo juego bien. El PGA vuelvo a jugar bien y tenía que ser un día especial como este”, dijo a EFE emocionado Jon Rahm recordando los últimos meses desde el nacimiento de su primer hijo, Kepa, en abril. “Con todo lo que ha pasado, tener este día para la familia creo que nos hacía falta. Este es para la familia y para España. Hay mucha gente que lo ha pasado fatal. Corti habría sido seguramente el periodista más feliz del mundo”, dijo Rahm haciendo honor al difunto periodista deportivo de El Correo José Manuel Cortizas, fallecido por Covid a principios de 2021.