Sobre la guerra abierta por Noemí Santana contra la fiscal jefe de Las Palmas

Tenerife

La consejera Noemí Santana decidió ayer desdecirse de unas declaraciones amenazantes contra la fiscal jefe de las Palmas, Beatriz Sánchez, en relación a los acontecimientos de Porto Bello pero eligió a un portavoz para quitar hierro al hierro de sus declaraciones, realizadas por ella misma el día antes. Santana había cargado contra la fiscal jefe, que se ocupa de las diligencias abiertas para determinar qué fue lo que realmente ocurrió durante el pasado mes de marzo en los apartamentos Porto Bello. La consejera, muy mal aconsejada, decidió tomar la iniciativa en un asunto que sus contradicciones y mentiras han ido complicando a medida que avanzan los días, y acusar abiertamente a la fiscal, convirtiendo así a quien la investiga en públicamente denunciada y cuestionada.

La primera acusación de Santana es que la fiscalía es la responsable de los retrasos en el diagnóstico de la edad de los internos. Se trata de una obvia falsedad que le fue ayer mismo recordada por la fiscal desde las páginas de Canarias 7: en ausencia de papeles válidos, muy frecuente en estos casos, la edad solo puede constatarse con las pruebas de densidad ósea, que se eternizan, pero eso no es responsabilidad de la Fiscalía, que no es la que realiza las pruebas, sólo las ordena, sino del Estado, a través del Ministerio de Justicia.

Lo que no parece discutible es la escasa prudencia de la señora Santana cuando plantea que las decisiones adoptadas para investigar las irregularidades de Porto Bello se producen porque ella -Santana- denunció a la Fiscal acusándola de separar a los niños inmigrantes de sus madres en cumplimiento de los protocolos que establecen la necesidad de hacer comprobaciones de ADN. Santana utiliza aquella denuncia para insinuar que la fiscalía actúa buscando algo así como un ajuste de cuentas: “denunciamos que la fiscalía de Las Palmas estaba separando a los niños de sus madres al más puro estilo Trump”, dijo Santana. Esta declaración suya de inicio de hostilidades hacia la Fiscalía fue recibida con sorpresa por la fiscal: “La consejera ha emprendido una huida hacia adelante que no entiendo”, dijo ayer. No es la única que no entiende lo que está haciendo la consejera o lo que quiere conseguir diciendo un día una cosa y al siguiente la contraria. Parece que en el Gobierno tampoco la entiende todo el mundo.