Los sindicatos volverán a la huelga si no se retiran los despidos forzosos

Burgos

La Plataforma de Unidad Sindical de Caixabank sostiene que la huelga ha tenido un seguimiento masivo en todas las oficinas de la entidad y confían en que sirva para desbloquear la negociación sobre la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo, en el que la empresa pretende incluir despidos forzosos.

Enrique Gutierrez, delegado de UGT en Caixabank en Burgos, habla de jornada histórica ya que no había conocido una huelga en más de 30 años de trabajo y que ha llegado el momento de decir basta. ''Nos han puesto la bota sobre el cuello'', dice gráficamente. En Burgos se plantea la salida de 34 empleados de una plantilla de 450, sumados los que provienen de Bankia, y el cierre de un tercio de las 120 oficinas que se mantienen en la provincia.

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Los beneficios que tiene Caixabank, 1.300 millones en 2020, no justifican los despidos forzosos ni el deterioro en las condiciones de trabajo ni rebajar los salarios, sostiene el representante sindical, quien advierte de que todo lo que no sean salidas voluntarias y prejubilaciones pactadas es una 'línea roja' en la negociación.

Enrique Gutierrez entiende que en ciudades grandes se puedan dar duplicidades que requieran un ajuste pero no en el caso de Burgos. Añade que este ERE supone el abandono del medio rural, donde muchos municipios se quedarán sin servicio bancario, defraudando a clientes de toda la vida y contribuyendo a la despoblación. Denuncia también la subida de sueldo que se aplican los ejecutivos de Caixabank, mientras pretenden destruir 8.291 empleos en total.

Cerca de 200 empleados de Caixabank en Burgos se han concentrado en la Plaza de la Libertad ante la sede principal de la entidad en la Casa del Cordón, cuando quedan pocas fechas hasta el 29 de junio, fecha límite para que la dirección pueda decidir la aplicación unilateral del ERE.