Abizanda: 150 habitantes y 12 cómicos combaten la despoblación
La Casa de los Títeres de Abizanda se ha convertido en una herramienta más para luchar contra la despoblación
El museo de la casa de los títeres de Abizanda / LOS TITIRITEROS DE BINÉFAR
Binéfar
Después de estar unos 25 años entre títeres y marionetas, Pilar Amorós y Paco Paricio decidieron dar un paso más. Para quien no los conozca aún, Pilar y Paco son miembros y fundadores de Los Titiriteros de Binéfar, una compañía de teatro de títeres y animación que nació en Binéfar, en 1978. Unos años más tarde y después de haber recorrido medio mundo, Los Titiriteros de Binéfar, decidieron crear un espacio de encuentros teatrales, una casa para llevar a las tablas sus creaciones en un entorno natural y sugerente, “habíamos viajado mucho y vimos teatros, centros de teatro pequeños”, explica Paco Paricio.
Los titiriteros querían una casa para realizar sus actuaciones, “buscábamos un lugar que estuviera a mitad de camino, en el “pre-pirineo oscense”, un día, tras realizar una actuación en Ligüerre de Cinca (Huesca) nos enteramos de que estaban a la venta unas casas en Abizanda”.
Después de su instalación y la rehabilitación de tres casas, una como museo, la segunda como teatro y una última como La casa de los artistas, donde descansan las compañías que vienen a visitar Abizanda, el municipio comenzó a gozar de una vida pujante y renovada. Abizanda (provincia de Huesca, en la comarca del Sobrarbe), es un pequeño municipio con unos 150 habitantes. “Nosotros hemos demostrado que la cultura puede ser un motor para fijar población. En este momento hay un hotel en Abizanda, se creó tras nuestra llegada. El bar del pueblo también se rehabilitó después”, relata Pilar Amorós.
El actual alcalde de la localidad, Javier Labat Latorre, también agradece su presencia en el pueblo, “Abizanda siempre ha tenido mucho encanto, pero los titiriteros nos han puesto en el mapa, tanto geográficamente como culturalmente”, además, explica que el ayuntamiento está construyendo un nuevo parking, un servicio más para la población, “la cultura —reafirma— puede llegar a ser un activo muy importante, generar empleo y asentar población”.
El teatro de La Casa de los Títeres / LOS TITIRITEROS DE BINÉFAR
Aun así, Paricio confiesa que, en aquellos tiempos, en 2006, aún no se hablaba de la despoblación como problema y que no eligieron Abizanda por esa cuestión, “siempre hemos tenido una vocación rural. De hecho, creamos ya una compañía en un pueblo de 8.000 habitantes, como Binéfar (Huesca). En aquel momento no se hablaba tanto del mundo rural pero siempre hemos tenido una intuición”.
La idea de crear un teatro en un pequeño municipio explica Pilar, fue innovadora en nuestra comunidad, “ahora ya hay unos 3 o 4 espacios parecidos, pero en el momento fuimos pioneros”. Los vecinos lo valoran mucho, explica, que incluso desde el principio, “nos hicieron suyos. En otros lugares, los neo-rurales, hemos entrado en conflicto con la cultura tradicional. Nosotros no hemos tenido ese problema. Nos traían verduras de su huerto. Durante la rehabilitación de las tres casas, ellos siempre estuvieron para echar una mano”.
El tipo de visitantes que acuden a La casa de los títeres son un turismo bastante concreto, dice Paco, y que no molesta al entorno natural del pueblo, “Nuestro público son familias amantes de la naturaleza generalmente” y, además, habla de otra clave la cual considera crucial para no generar ambientes masivos en el territorio, “en ocasiones en las grandes urbes se realizan fiestas masivas, pero nosotros hacemos pequeñas fiestas teatrales para 100 personas, y eso da una continuidad. Es más higiénico, más ecológico. Más agradable”.
Los Titiriteros de Binéfar también supieron ver una oportunidad en el confinamiento que, a la larga, les ha repercutido en positivo, “tuvimos casi de casualidad el acierto, porque empezamos a hacer funciones online, el día que se decretó el confinamiento, a las 10 de la mañana, y tampoco eran funciones didácticas, eran funciones para disfrutar. Fue un acierto total, eso hizo que, al abrir un poco, nos planteásemos hacer funciones presenciales en la era.” A raíz de la utilización de ese nuevo espacio los siguientes espectáculos, ya en verano, se programaron ahí, “notamos que venía gente que nos había seguido en el confinamiento”.
La realidad es que a la larga han podido comprobar que “la cultura también es un motor, económico”, explica, “a veces solemos tratar a la cultura como un complemento, cuando debería ser un atractivo más”, la casa de los títeres de Abizanda reafirma este argumento, y, además, como matiza Paricio, la cultura “aporta identidad, nos hace ser más personas”. La programación de la Casa de los Títeres de Abizanda se puede consultar aquí.
Un grupo de niños junto a La Casa de los Títeres / LOS TITIRITEROS DE BINÉFAR
La compañía los Titiriteros de Binéfar en la actualidad está formada por 12 personas entre actores, músicos, técnicos y personal de mantenimiento. En estos años han visitado más de 40 países y participado en innumerables festivales y eventos desde las favelas de Sao Paulo al Museo Smithsonian de Washington o el Guggenheim de Nueva York, desde Casablanca a Finlandia, de Abizanda a Jerez, de Huesca a Japón o la India, les sigue apasionando actuar en pueblos pequeños y recibir allí el aplauso y el comentario cercano y amable.
Han editado diez discos, once libros y han creado una cuarentena larga de espectáculos cosechando premios y reconocimientos; para ellos, la mejor actuación será la próxima. Además, en el 2009 el Gobierno de España les otorgó el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud, y el Gobierno de Aragón la Medalla al Mérito profesional en 2018.
