Las islas y el virus

Santa Cruz de Tenerife

Tenerife es la isla que más preocupa a las autoridades sanitarias, pero no es la única. También las datos de contagio crecen en Fuerteventura más de lo que debieran y no terminan de bajar en Lanzarote. Sí están contenidos en las restantes islas del Archipiélago, pero ello no quiere decir que no puedan subir. De hecho, ya hemos vivido cambios de tendencias insulares en otras etapas de este largo tiempo de pandemia. Y nada garantiza que pueda volver a ocurrir cuando ya ha llegado el verano. A estas alturas, creíamos que más de la mitad de la población estaría vacunada, pero a finales de junio solo llega al 36%.

De entre todas las explicaciones, más o menos peregrinas y ninguna del todo convincente, que se han dado sobre lo que sucede, solo una parece la más creíble: el COVID-19 sigue siendo, en buena medida, un desconocido. Las últimas investigaciones sostienen que actúa como un virus informático y 'hackea' nuestro organismo como aquel un disco duro. Es una imagen a retener porque, a pesar de la fatiga de pandemia, a esta guerra epidemiológica le quedan aún batallas por dar. Y cada uno de nosotros, y no solo las autoridades, formamos el ejército que debe vencer al enemigo.