Ara Malikian, sobre su último trabajo 'Petit Garage': "El miedo se convirtió en alegría"

Madrid

‘Petit Garage’, el último trabajo de Ara Malikian, es un viaje por el mundo en pandemia. En este viaje nos guían las cuerdas de su violín y nos transportan sus canciones. Las mismas que sonaron de Dubái a Roma o España, a lo largo de los 150 conciertos que regaló al mundo durante los meses posteriores al confinamiento. “No sabíamos cómo iban a ser los conciertos, había aún mucho miedo y teníamos que estar separados. Era impactante y desconocido. Pero el miedo se convirtió en alegría”, explica.

Adaptó así “Royal Garage”, el trabajo con el que pretendía recorrer más de 60 países, en un  proyecto mucho más íntimo y cercano por la necesidad de propio Malikian de contar con el público. “Son los conciertos más emotivos e íntimos que he vivido”, asegura, “las miradas se multiplicaron con las mascarillas y yo quería ofrecer felicidad al público, que olvidasen los miserable que había sido el año”, cuenta.

El Anfiteatro de Mérida, el Palacio Real de Madrid o las escalinatas de la Plaza de España en Roma, han sido el telón de fondo de su música, pero sin duda, el concierto más especial fue él de Michoacán, México. Aquí celebró el día de muertos con ‘Nana Arrugada’ el tema dedicado a todas las víctimas de esta pandemia. “Durante estos meses” afirma “he crecido mucho como profesional, pero sobre todo como persona”. En buena parte por experiencias como esta de México en la que “aprendí que para honrar la vida primero hay que conocer la muerte”.

Así como la necesidad de revalorizar la cultura, algo de lo que está convencido que nos hemos dado cuenta en los últimos meses: “la cultura es nuestra salvación, es sinónimo de felicidad y la necesitamos, además de la salud física, para cuidar nuestra salud mental”.