La cooperante asesinada en Etiopía era de la localidad salmantina de Sanchotello

Imagen de la cooperante española María H., que ha sido asesinada junto a otros dos colegas etíopes, todos empleados de Médicos Sin Fronteras (MSF) / MSF (EFE)

Valladolid
María Hernández, cooperante de Médicos sin Fronteras asesinada en la región de Tingray, en el norte de Etiopía, trabajaba para Médicos Sin Fronteras (MSF), era de la localidad salmantina de Sanchotello.
Así lo ha confirmado el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, a través de la red social Twitter, donde ha aprovechado para lamentar esta muerte que, como ha recordado, se suma a la del reportero Roberto Fraile, a quien se le entregó la medalla al mérito profesional.
"Perder una vida salvando la vida de los demás. Un terrible destino", ha señalado el vicepresidente, quien ha señalado además que "no hay mayor amor que el de aquel que da la vida por los demás".
"Terrible noticia para la cooperación y para el mundo de la sanidad. Desde la Junta mandamos un fuerte abrazo a todos sus amigos y familiares", ha lamentado Igea.
Según ha anunciado la propia ONG, Hernández, de 35 años y procedente de Madrid, era coordinadora de emergencias en Tigray y ha sido asesinada junto a otros dos trabajadores de MSF de nacionalidad etíope.
"Perdimos contacto con ellos y el coche en el que viajaban ayer por la tarde y esta mañana el vehículo ha sido hallado vacío y, a unos metros de distancia, sus cuerpos sin vida", ha informado MSF, en un comunicado en el que ha condenado "con dureza" el ataque. "Hoy es un día terrible de duelo", ha lamentado.
Fuentes diplomáticas han indicado que desde la Embajada de España en Etiopía "se están haciendo todas las gestiones administrativas necesarias para agilizar al máximo la repatriación del cuerpo". Asimismo, han precisado que la ministra está en contacto directo con los responsables de MSF.
La región de Tigray está inmersa desde el pasado mes de noviembre en un conflicto que enfrenta a las fuerzas gubernamentales con el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF), partido que formó parte de la coalición gobernante durante décadas en Etiopía y al que actualmente se considera como un grupo terrorista.
El conflicto, en el que tropas eritreas han participado en apoyo del Gobierno de Abiy Ahmed, ha provocado una grave crisis humanitaria, que se ha visto agravada por los problemas de accesos para los trabajadores humanitarios debido a las restricciones impuestas por las autoridades etíopes.




