La retirada del uso de mascarilla al aire libre alivia a muchos alicantinos aunque la mayoría sigue llevándola

Alicante

Es la imagen del día en Alicante y en todo el país. La ciudadanía disfruta a partir de este sábado de las primeras horas sin la obligatoriedad de llevar la mascarilla en espacios abiertos y al aire libre.

Muchos han optado por quitársela por completo, otros por portarla en la barbilla, el brazo o el codo para cuando no se pueda cumplir la distancia de seguridad de un metro y medio pero una gran mayoría ha seguido llevándola en todo momento, principalmente la gente mayor.

La imagen ha sido algo distinta en función de las zonas de la ciudad. Por ejemplo, en el entorno del Mercado Central y la Avenida de Alfonso El Sabio, con gran afluencia de público esta mañana, los ciudadanos sí que la llevaban puesta. Imagen parecida a lo largo de la Rambla de Mendez Nuñez o la Explanada.

En cambio, en el paseo de la playa del Postiguet o del Puerto de Alicante, donde apretaba el calor, la fotografía dejaba a muchas personas, entre ellos turistas, que han optado por desprenderse de ella, siempre eso sí, llevándola encima.

Alegría, liberación y satisfacción para muchas personas que salen a caminar, hacer deporte o con problemas respiratorios y precaución y cautela para muchas otras que todavía no están vacunadas y entienden que el la pandemia todavía no ha terminado.

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La mascarilla sigue siendo obligatoria en espacios cerrados, transporte público, y en espacios al aire libre donde no se pueda guardar la distancia de seguridad.

Martínez Riera: "Es una decisión precipitada"

Para el profesor de Salud Pública, Medicina Preventiva y Enfermería Comunitaria de la Universidad de Alicante, José Ramón Martínez Riera la retirada de la mascarilla en espacios abiertos es una decisión precipitada, principalmente por la forma en la que se ha anunciado y se ha transmitido a la ciudadanía.

Considera que la gente está interiorizando que la mascarilla no es necesaria al aire libre aunque recuerda que en espacios donde no se pueda guardar la distancia de seguridad se tendrá que seguir llevando. Espera que la ciudadanía no haga un uso excesivamente abierto de esta medida porque, de lo contrario, podemos encontrarnos con "nuevos brotes de contagio".

También insiste en que todavía no se ha alcanzado la inmunidad de grupo ni se ha controlado el virus en su totalidad ya que siguen apareciendo variantes como la delta. Riera lamenta que, con esta medida, se vuelva a señalar a la población joven como el grupo de edad que puede poner en peligro el control de la pandemia. "Se están dando mensajes contradictorios y engañosos" declara.