Tribunales

Arranca el juicio contra el dueño del Simpalabras: violación a una menor, abusos y acoso a camareras

La Fiscalía pide 37 años de cárcel para el propietario del local de copas de La Laguna

Juzgados de Santa Cruz de Tenerife. / Europa Press

Santa Cruz de Tenerife

La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha acogido este lunes la primera sesión del juicio contra el propietario del pub 'Simpalabras', en La Laguna, para el que la Fiscalía pide 37 años de cárcel por un delito de agresión sexual a una menor de edad, dos delitos de abuso sexual y otros siete casos de acoso sexual cometidos entre 2014 y 2018 aproximadamente

Una de las presuntas víctimas, que contaba con 15 años en el momento de los hechos --2017--, ha relatado a la sala que fue agredida sexualmente una noche cuando al desalojar el bar por una pelea, volvió al interior a buscar una chaqueta y el dueño --soldado profesional-- cerró la puerta y presuntamente la violó.

"No sé si estás llorando o riendo", le comentó mientras le practicaba sexo oral en la barra tras quitarle la ropa y posteriormente, también junto a una nevera, la penetró, aprovechando que había tomado una copa preparada por él y había perdido sus capacidades. "Yo no me moví, me agarró y lo hizo todo", ha indicado.

La joven ha confesado que quedó en "estado de shock" y al salir del local ni siquiera fue capaz de comunicar los hechos a los agentes de Policía que se encontraban en la puerta. "Me quedé mirando a la Policía y no hice nada", ha indicado.

Ha comentado que su madre --fue víctima de agresión sexual en el pasado-- denunció los hechos cuando se lo contó su hija, que desde ese momento, acumula episodios de ansiedad y depresión y ha bajado notablemente su rendimiento escolar.

"NO ME LO QUIERO CREER NI YO"

"Intento llevar vida normal pero me cuesta pasar por delante del bar, mi vida es complicadilla", ha señalado, subrayando que a veces incluso se culpabiliza a sí misma. "No me lo quiero creer ni yo", ha agregado.

Evelyn, que se sumó a un grupo de 'Telegram' con otras víctimas, ha señalado que había ido anteriormente al pub porque una amiga conocía al propietario y llegó a subir una foto con él a las redes sociales.

Su madre, que ha intervenido en calidad de testigo, ha indicado que su hija perdió un año escolar y ha estado "decaída" y en tratamiento psicológico a raíz de los hechos.

Otra de las presuntas víctimas, una camarera de 23 años, ha comentado que trabajó sin contrato, de miércoles a sábado, por 25 euros la noche, y recordado que en la entrevista le dijo: "estás buena, te contrato".

Ha comentado que cogió el trabajo "por necesidad" y porque el propietario era amigo de su pareja, y remarcado que el presunto agresor se "restregaba" y le daba "nalgadas" al pasar por la barra y la obligaba a beber alcohol, hasta el punto de que trabajaba "borracha" y salía a la calle "a vomitar".

Además, ha relatado que una noche, al ir con el dueño a un almacén para reponer las bebidas, le puso unas esposas y la "intentó besar" y a "meter mano" por el pecho y el pantalón. "Me dio asco y le vomité encima", ha indicado.

La joven ha apuntado que una noche tomó una copa preparada por él y se despertó al día siguiente en casa de una amiga sin recordar lo que ocurrió y pone como ejemplo de la actitud del hombre que hacía "juegos" con clientes rociando alcohol sobre los pechos de las camareras.

Otra joven, de 25 años y cliente habitual del pub, ha apuntado que muchas veces el acusado la invitaba a copas y estaba "obsesionado" con ella.

Así, en una ocasión le dejó encerrada en unas dependencias del bar y la acosó sexualmente, y tras dar varias patadas a la puerta, se la abrió y logró salir.

"Él estaba encima de todas las chicas aunque fueran menores. Tengo 30.000 amigas que pueden contar lo mismo", ha señalado.

"NO SE LO CONTÉ A NADIE PERO DECIDÍ DENUNCIAR"

Otra camarera, que también trabajó sin contrato en el bar, ha indicado que el acusado le exigió que llevara escote para trabajar, realizaba "insinuaciones frecuentes" y siempre "intentaba acercarse" con ánimo libidinoso.

En una ocasión, cuando estaba limpiando, ha asegurado que la intentó besar y ella se negó y posteriormente, detrás de la nevera, le bajó los pantalones y hubo penetración pese a su negativa.

Ha comentado que se quedó "en estado de shock" y él mismo, amigo de su pareja, la llevó en coche a su casa. "No se lo conté a nadie pero decidí denunciar para saber si me ayudaría a superarlo y también vi a través de las redes sociales que no estaba sola", ha indicado.

Tras la agresión volvió otro día a trabajar pero fue despedida con la excusa de que había robado dinero de la caja registradora.

El juicio continúa este martes en la Audiencia Provincial y aparte de los 37 años de cárcel, la Fiscalía solicita también 23.000 euros en indemnizaciones.

 
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