Otra política de gestión del agua es posible

España cuenta en la actualidad con 4 millones de hectáreas de tierras de cultivo en regadío. El regadío consume más del 90% del agua disponible para abastecimiento urbano y agrícola. Esto sin contar con las numerosas captaciones ilegales para riego, cientos de miles de pozos, que no se persiguen o directamente se toleran.

Por otro lado, en los últimos 25 años, la disponibilidad de agua en el estado español se ha reducido en un 20% a consecuencia de la evapotranspiración: la subida de las temperaturas provoca una mayor evaporación del agua y que las plantas incrementen su volumen de transpiración para refrigerarse.

En un escenario como éste, parece razonable que el gobierno legisle para ajustar la superficie de cultivos de riego a las existencias de agua, reduciendo dicha superficie en un 20/% de manera que pasaríamos de 4 millones de hectáreas de cultivo en regadío hasta los 3,2 millones de hectáreas.

Esta medida reduciría la insostenibilidad de la gestión del agua en el estado, que en un episodio de sequía prolongada, típico de nuestra geografía, nos conduciría a una situación de colapso hídrico.

Pues no. Esa no es la política del gobierno que parece que va a ceder a las presiones de las grandes explotaciones autorizando la puesta en riego de 800.000 hectáreas más, justo lo contrario de lo que propone Ecologistas en Acción y de lo que nos dicta el sentido común. Nuestra propuesta de implantación de un modelo sostenible de gestión del agua supone poner el acento en las pequeñas explotaciones, en la agricultura campesina, en la huerta tradicional, ecológica y de proximidad.