Juan de Dios Rodríguez, autor de «Testigo de radio» y uno de los nuestros
Quien fuera director de Comunicación de la SER relata en primera persona gran parte de los últimos 50 años de nuestra propia historia: la creación de Hora 25 en 1972; las denuncias contra Polanco; la guerra radiofonica entre José María García y José Ramón de la Morena; la llegada de El Gran Musical o los primeros cuarenta años de Los 40 Principales
Juan de Dios Rodríguez, autor de «Testigo de radio»
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Alicante
Testigo de radio (ExLibric, 2021) es un libro muy especial para los amantes de la radio, pero, sobre todo, por muchas razones que descubrirán enseguida, para los oyentes de la Cadena SER.
Juan de Dios Rodríguez, quien fuera director de Comunicación de esta casa, cuenta en su catarsis autobiográfica cómo se vivieron en la radio momentos que marcaron nuestra historia y nuestras vidas, como el asesinato de Ernest Lluch (2000); el terrorífico 11-S en Estados Unidos (2001); el desastre del Prestige en la costa gallega (2002); el accidente del Yak-42 en Turquía (2003); la guerra de Irak (2003); el 'Tamayazo' (2003) o la masacre del 11-M en Madrid (2004).
Pero también relata en primera persona gran parte de los últimos 50 años de nuestra propia historia, la de la SER: la creación de Hora 25 en 1972; las denuncias contra Polanco; la guerra radiofónica entre José María García y José Ramón de la Morena; la llegada de El Gran Musical o los primeros cuarenta años de Los 40 Principales.
«En lo más alto de Altea (Alicante), al lado de la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, hay un mirador desde el que se divisa, a la izquierda, el formidable Peñón de Ifach, el Mediterráneo y la Serra Gelada; abajo, la playa y la zona turística de la localidad alicantina; a la derecha, en poniente, la inmensa Benidorm, con los edificios más altos de Europa trepando hacia el cielo; y a la espalda, tras la iglesia, las más bellas y blancas calles de sabor mediterráneo (...) Ese mirador podría ser el ejemplo para describir cómo he divisado la radio y sus avatares estos últimos años: momentos extraordinarios, duros, agrestes, intrincados, blancos, limpios, formidables... Como las vistas desde el mirador» (Juan de Dios Rodríguez).
Como en el futbol, Luis Merino, Antonio San José, Daniel Gavela y Pepe Domingo Castaño, nombres propios que lo han sido todo o casi todo en la radio española, no han dudado en hacer “el pasillo” a Juan de Dios Rodríguez en su autobiografía radiofónica. Carlos Arcaya, quién trabajó a sus órdenes hace un buen puñado de años, hoy abre de nuevo el micro de la SER a "uno de los nuestros" en Hoy por Hoy Alicante, una conversación que pueden volver a escuchar en la parte superior de este artículo.
El autor
Juan de Dios Rodríguez (Madrid, 1950) es ante todo radiofonista, como le gustaba denominar al oficio de periodista de radio a Mariano de la Banda. De hecho, ha dedicado toda su vida profesional al medio que ama, desde Los 40 Principales hasta la dirección de Comunicación de la Cadena SER.
Realizó estudios de Periodismo y se enroló en las filas del teatro independiente a finales de los 60, pero la pasión por la música y la radio le llevaron hasta la SER, donde entró osadamente y donde desarrolló toda su carrera profesional. Redactor de El Gran Musical, presentador y realizador de programas especializados (Superventas LP’s), Rodríguez fue el encargado de poner en marcha la radio nocturna y, por primera vez en España, de llevar la programación hasta las 24 horas. A partir de entonces, llegaría el paso a la dirección de emisoras, como Guadalajara -que fundó-, Móstoles, Valladolid o Albacete.
Admirador de artistas y creadores, le gusta parafrasear a Henry W. Longfellow cuando dice que los dioses enviaron a los artistas a la tierra para hacernos felices y volver con ellos al paraíso. Su pasión por comunicar y dar a conocer su experiencia y su enorme amor por la radio le han llevado a dar testimonio de la increíble evolución del medio en una época trascendental, de la que ha sido testigo desde los primeros 70 hasta el presente, desde las cintas magnetofónicas hasta hoy.
Actualmente mantiene el blog Nunca estuve en NY, en el que escribe sobre dos de sus pasiones: la radio y la música.