Pendiente de una cesión para arreglarla
La cofradía de San Pedro espera una respuesta del Arzobispado para poder realizar las obras de reparación de la ermita tras derrumbarse el porche hace casi cuatro meses
Aranda de Duero
La cofradía de San Pedro Apóstol espera llegar próximamente a un acuerdo con el Arzobispado de Burgos para la cesión de la ermita. La misa en honor a este santo ha tenido que trasladarse este 29 de junio a la iglesia de Santa Catalina por dos motivos. Aparte del espacio reducido de este recinto, que resultaría insuficiente con las restricciones de distancia social vigentes por la pandemia, también por los desperfectos que sufre desde que a primeros de marzo el porche se vino abajo al romperse el pilar que lo sustentaba.
Dejando al margen ya las causas de este siniestro, que nunca se llegará a saber si obedecen a un acto vandálico, un accidente o a los rigores del temporal Filomena, lo que hay que hacer es reparar los daños para recuperar su uso. Si el Arzobispado, que tiene registrada a su favor la ermita, no se encarga de ello, la cofradía legalmente tiene atadas las manos al respecto para hacerlo mientras no se la ceda, una medida que parece algo factible. “Nosotros no nos podemos meter a arreglar una casa que no es nuestra, porque ahora está a nombre de ellos y para pedir los permisos y demás necesitamos llegar a un acuerdo, pero está en vías de solución y han sido siempre muy receptivos a nuestra solicitud”, explica el secretario de este colectivo, Javier Cobo.
De momento la cofradía ya pidió un presupuesto para realizar estas obras, que podría rondar los 8.000 euros al sumarle el IVA. Javier Cobo confía en que el Ayuntamiento colabore en esta causa, teniendo en cuenta el interés general y el valor colectivo de este recinto. “Costearemos las obras con nuestros medios, la venta del libro y con determinadas cosas que haremos, pero creo que el ayuntamiento debe velar también por el patrimonial arandino y parte de ese patrimonio es esa ermita una de las poquitas ya que nos que nos quedan”, expresa Cobo, que añade que “la alcaldesa siempre ha sido muy receptiva cuando la hemos solicitado alguna cosa y no creo que haya mucho problema tampoco para que no que nos echen una mano para que entre todos vuelva a estar la ermita en su esplendor”.