El rompecabezas de la conciliación monoparental: "Ahorramos para no dejar de trabajar en verano "

Madrid

En el pasado 2019, las familias monoparentales aumentaron en España un 3%. Casi dos millones de familias son monoparentales en nuestro país, y en su mayoría son madres. En concreto un 84%, según datos de la última Encuesta Continua de Hogares. Hoy nos hemos querido centrar en ellas, en cómo afrontan el verano ahora que las horas con los niños aumentan por el final del curso.

Carmen Flores es presidenta de la Federación de Madres Solteras. Una asociación que agrupó a varias organizaciones en el año 1994 que vieron la necesidad de reconocer y defender este modelo de familia para que dejase de estar repudiado por la sociedad: “algo hemos mejorado” “pero sigue habiendo discriminación en la sociedad” asegura Flores. Según afirma, siguen dándose comentarios hirientes, sobre todo en los colegios. “Hay profesores que achacan el fracaso escolar de un alumno al modelo de familia”, denuncia. Por eso reclama la importancia de una Ley que ampare todos los modelos de familia “a día de hoy solo se protege a las familias numerosas”, señala.

Un reconocimiento que les brindaría más apoyos públicos y de conciliación ya que, de momento, dependen mucho de las ayudas, los servicios sociales y una red de apoyo para cuidar a los niños. Esta situación provoca en algunos casos que las mujeres tengan que elegir entre el trabajo o cuidar a sus hijos en verano. “Muchas trabajan en el sector servicios” apunta Flores, “y por eso no pueden teletrabajar”. Desde la Organización intentan ayudar ofertando campamentos urbanos, pero no son capaces de abarcar todos los horarios ni todos los bolsillos: “hay campamentos del ayuntamiento que no son asumibles económicamente”, explica, “y para acceder a ayudas sociales debes tener unos ingresos menores a los 900 euros”.

Una de estas madres es Ana Miranda, tiene dos hijos menores y en agosto hace malabares para poder conciliar. “No tengo opción de costear tantos campamentos y mis padres no pueden hacerse cargo por su edad”. Denuncia una situación que obliga a las familias a “ahorrar durante el año” para pagar los campamentos o algún cuidador que se haga cargo de los menores para no dejar de trabajar.

Unas ayudas que también califica de insuficientes la politóloga y socióloga Marta Seiz, y que generan situaciones de mayor vulnerabilidad económica. “Las familias cuentan con deducciones fiscales, ayudas a viviendas y cuidado infantil. No obstante, las ayudas varían mucho según la Comunidad Autónoma” y alerta que, por la falta de reconocimiento en las leyes, no pueden compatibilizar o acceder a ayudas como el ingreso mínimo vital u otras prestaciones. “Necesitamos flexibilizar la vida laboral y compatibilizarla con el cuidado”, apremia Seiz.

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