Deslocalización del transporte: una práctica desleal que arrastra a todo el sector
La competencia desleal tira a la baja el precio y provoca al mismo tiempo el empeoramiento paulatino de las condiciones de trabajo de los camioneros
Deslocalización del transporte una práctica desleal que está arrastrando a todo un sector
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Madrid
La deslocalización de empresas de transporte españolas que siguen operando aquí, pero se han domiciliado en países del Este de Europa buscando mejores condiciones fiscales y abaratar los costes de personal, está provocando una precarización creciente en el sector.
Competencia desleal que tira a la baja el precio y provocar al mismo tiempo el empeoramiento paulatino de las condiciones de trabajo de los camioneros. La denuncia llega de la Asociación de Transportistas Autónomos de Madrid donde operan más de 30.000 vehículos de transporte de mercancías entre camiones y furgonetas. Su presidente, Antonio Villaverde, pide mayor control para evitar prácticas de competencia desleal que está llevando a muchos transportistas al límite.
Villaverde, que ocupa también la vicepresidente de FETRANSA, Federación Nacional de Transporte de Mercancías, asegura que el desequilibrio que hay entre la oferta y la demanda les está arrastrando a una lucha "encarnizada" para abaratar precios y quedarse con el mercado. Competencia que lleva a contratos que difícilmente se pueden sostener. Vehículos articulados, por ejemplo, que debería cobrar el kilometro a 1,22€ están trabajando por 0,80 en el mejor de los caso "y es muy difícil competir contra eso".
Una realidad que denuncia se puede ver con la cada vez más habitual presencia de "furgonetas con matrículas extranjera en los polígonos industriales". Solo hay que darse una vuelta para comprobar cómo los conductores que trabajan entre semana, "malviven en ellas" los fines de semana.
El problema explica, es que cumplen con la normativa, porque al ser furgonetas de menos de 3.500 kilos no están sometidos a las limitaciones de descanso y conducción, no tienen que llevar tacógrafo.
Martín y Ángel, camioneros que suman más de 50 años al volante, se lamentan en un área de servicio de la A3 de esta situación. "Echamos más horas que un despertador", porque a las horas detrás del volante suman las esperas en las plataformas de carga, o el tiempo que tienen que pasar en el camión. Al final terminan siendo 12, 15 horas diarias que "no están pagadas".
Les preocupa la competencia desleal con trabajadores de empresas radicadas en otros países, porque su margen de beneficio en mucho mayor. Saben que si no se pone límite a esta práctica contra eso sus empresas tienen pocas salidas, salvo ajustar al mínimo legal su sueldo. Un trabajo, el camionero, que "hace ya tiempo que no es, ni de lejos, lo que era. Y eso que éramos esenciales".