Trastornos de la Conducta Alimentaria: detectarlos para tratarlos

Motilla del Palancar

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria o TCA han aumentado en los últimos meses como consecuencia de la pandemia y el confinamiento. Este problema de salud engloba patologías como la anorexia, la bulimia o los atracones y todos ellos tienen un elemento común que tiene que ver con la imagen que tenemos de nosotros mismos, tal y como asegura la psicóloga Ana Ordóñez.

Es un problema que afecta principalmente a mujeres, 9 de cada 10 casos, y suele comenzar en la adolescencia, una etapa vital en la que normalmente no estamos a gusto con nuestro cuerpo y podemos comenzar a introducir en nuestra vida hábitos de riesgo que se conviertan en una enfermedad. Afirma Ordóñez que es normal esta actitud en la adolescencia, pero hay que estar atentos a las señales de alarma para evitar que se convierta en un problema. Podemos fijarnos en cambios a la hora de comer, como cortar la comida en trocitos, rechazar alimentos o desaparecer tras las comidas, y también en cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, hermetismo y tristeza pueden ser signos de alarma.

La influencia de las Redes Sociales y el estigma que existe en relación al sobrepeso son factores cruciales que pueden motivar cambios en la conducta alimentaria, asegura Ordóñez que las comparaciones o la valoración positiva de la delgadez están normalizadas y esto es un error porque, se valora positivamente el resultado y la imagen, sin tener en cuenta las circunstancias en las que se encuentra esa persona.

Este tipo de trastornos suelen ser bastante irracionales según Ordóñez porque no nos damos cuenta hasta que están muy avanzados, y además provocan una distorsión de la realidad. Es habitual que las personas que los sufren se vean siempre más gordos de lo que están.

Ordóñez recomienda tener una relación saludable y natural con la alimentación en casa, sobre todo con nuestros hijos, ya que sin darnos cuenta lanzamos mensajes continuamente alentando a la delgadez y las dietas. En la mayoría de los casos lo hacemos para evitarles las consecuencias sociales que tiene el sobrepeso, pero podemos alentarles a adelgazar a cualquier precio, por ello es importante cuidarnos en familia sin tener como objetivo final estar más delgados o parecernos a lo que vemos en internet o en la publicidad, o en caso de necesitar perder peso, hacerlo en manos de profesionales sin tomar medidas drásticas.

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Si nos encontramos en alguna de estas situaciones o las percibimos en alguien cercano es fundamental buscar ayuda médica profesional para atajar el problema antes de que se agrave.