En un lugar de la provincia de Albacete: Capítulo I - Sierra del Segura
En este primer tramo nos trasladamos a los alrededores del río Segura
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Albacete
A lo largo del camino nos adentraremos en los paisajes más llamativos de esta comarca para conocer las actividades tanto culturales como deportivas que podremos realizar. También destacaremos su gastronomía más típica, recogiendo el encanto propio de la zona.
La Sierra del Segura está compuesta por doce municipios que colorean el sureste de la provincia de Albacete. Cuatro zonas ayudan a delimitar sus aspectos más atrayentes:
1. La Sierra del Agua, al norte, formada por los municipios de Aýna, Bogarra, Lietor y Paterna del Madera.
2. Las proximidades del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, al este, formada por los municipios de Molinicos, Riópar y Yeste.
3. La Sierra de las Cabras, al sur de la comarca y coincidiendo con el territorio de Nerpio.
4. Valle del río Segura, al sur del cauce del río Mundo, con los municipios de Elche de la Sierra, Letur, Férez y Socovos.
La singularidad de cada una de estas poblaciones se extiende hasta sus pedanías y aldeas, situadas en medio de lo que podría ser un lugar idílico dado a la desconexión y alejado del ruido de la ciudad. Es por ello por lo que esta Mancomunidad cuenta con diversas opciones dentro del ámbito natural para quien reside ahí o decide escapar de su realidad por un tiempo.
En primer lugar, la cultura juega un papel muy importante en las proximidades del río Segura, con festividades como la Feria de la Nuez en Nerpio o la Feria de Tradiciones Populares de Yeste. Una explosión de tonos alrededor de toda gama de colores llenan las calles de Elche de la Sierra en las fechas cercanas a la celebración del Corpus Christi, donde se decora el suelo con alfombras hechas de serrín. También se ha convertido en tradición hacerse una foto en “La Rodea grande”, curva de la carretera de Ayna donde está la motocicleta de la película “Amanece que no es poco”, del cineasta José Luis Cuerda. En el mismo municipio se puede visitar también el yacimiento arqueológico de la Cueva del Niño, cuna del arte rupestre en la provincia. De entre una larga lista llena de referencias culturales destacan los famosos órganos de Lietor, en concreto el primero y con más historia, construido por Joseph Llopis en 1787. El último se encuentra en la Ermita de Belén, que está declarada Monumento Histórico Nacional. En Bogarra, la Ruta de las Esculturas caracteriza al que fue elegido el pueblo más bonito de Castilla La Mancha en el pasado 2020. El trayecto de aproximadamente 3 kilómetros donde unas 60 estatuas se alternan en el paisaje de la Hoz del río Madera, transportando a quién lo ve hacia un hábitat diferente.
Otro elemento paisajístico es el Nacimiento del Río mundo, en el Parque de los Calares del Mundo y conocido por los turistas como “Los Chorros del Río Mundo”. Este cuenta con una cueva de 32 kilómetros de profundidad desde donde el agua se precipita formando sonoras cascadas. Para poder disfrutar de las vistas existen varias opciones, bien dejando el coche en un aparcamiento y caminando por un sendero que conduce justo debajo de la cascada o bien a través de un tramo más avanzado que culminará en la misma cueva, quedando por encima de los caminantes los miradores de los Chorros. Para esto es necesaria autorización previa y equipo correspondiente, ya que además de una paz propia de la corriente fluvial y el entorno contamos con una oferta de formación deportiva y ocio.
Entre la amplia gama de opciones destacan actividades como: espeleología, barranquismo, escalada, rafting, paddle Surf, rapel y actividades para niños como yincanas, entre otras. El senderismo, que fusiona la actividad física con la naturaleza y el aire libre, es sin duda el protagonista dentro de los parajes de la comarca de la Sierra del Segura. Imprescindible para un aficionado a este tipo de marchas es acudir al Valle del Tus, en Yeste. Además, el Balneario del Tus aparece como un oasis de calma a 760 metros de altitud rodeado de vegetación y con agua minero - medicinal procedente del propio caudal.
Por último, la gastronomía, que supone el toque final para este corto pero intenso viaje. La actividad agropecuaria de la comarca continúa en cultivos tradicionales y ecológicos, con la predominancia de frutales como nogales, olivos, almendros o cerezos. Entre los platos típicos destacan los gazpachos manchegos, migas y gachas, arroz caldoso, cordero a la brasa, patatas al montón o a lo pobre así como diversos embutidos elaborados de forma tradicional. Hojuelas con miel, fritillas o buñuelos de viento endulzan el menú de la zona. El vino de la tierra y licores como el tradicional zurracapote y el orujo con miel, café o hierbas son las bebidas más conocidas.
Es por todo esto que la Diputación de Albacete ha lanzado una campaña publicitaria que bajo el eslogan 'Albacete,¡este verano me quedo contigo!' invita a descubrir las maravillas de la provincia.
La brisa que respira el hábitat de esta zona albaceteña, junto a los tonos ocres, anaranjados y verdecinos que rememoran la tradición castellana, dan lugar a un destino que bien podría relacionarse con los sonados montes suizos.