Un gigante que ha transformado el turismo en Teruel

Teruel

En la capital turolense y en parte de la provincia hay un antes y un después de la inauguración de Dinópolis. Este parque temático se estrenaba con el mes de junio de 2001. La combinación de ocio y ciencia, y la implicación de su equipo humano compuesto en estos momentos por 130 personas explican su éxito.

Es una de las inversiones realizadas con cargo del Fondo Especial de Inversiones de Teruel, (FITE) que supo aprovechar la riqueza geológica y paleontológica de Teruel. Fue un proyecto estratégico, como después ha sido el Aeropuerto de Teruel-Caudé. Los dos han seguido creciendo con criterio, para orgullo de los turolenses.

Con ellos, otras actividades económicas que dinamizan el tejido productivo del Sur de Aragón.

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Un complejo con ocho sedes

Desde su apertura, por este parque han pasado 3,2 millones de visitantes. Hablar de Territorio Dinópolis es referirse a un centro principal con siete sedes. Titania en Riodeva, Inhóspitak en Peñarroya de Tastavins, Legendark en Galve, Valcaria en Ariño, Bosque Pétreo en Castellote, Mar Nummus en Albarracín, y Región Ambarina en Rubielos de Mora. Fueron surgiendo de forma ordenada para que el impacto de este recurso lúdico se extendiera por la provincia.

Dos décadas después de su nacimiento, este complejo de ocio familiar y divulgación científica se va a ampliar hasta el 2023 con Mar Jurásico. Será un nuevo recorrido que se acaba de licitar por parte del Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del Gobierno de Aragón, al que se destinarán cinco millones de euros también del FITE.

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Dos grandes patas

En el diseño de sus contenidos es fundamental el asesoramiento de la Fundación Conjunto Paleontológico de Dinópolis. Es el otro pilar del parque. Lo conforman quienes se dedican a la investigación, a la recuperación y conservación de los restos de hace millones de años, ocultos por toda la provincia.

Quienes visitan Territorio Dinópolis contribuyen a la actividad de la Fundación con el pago de sus entradas. Como explica Luis Alcalá, su director, desde la creación del parque “los hallazgos se han incrementado exponencialmente”, y aquí se han formado reconocidos expertos capaces de descifrar los enormes recursos paleontológicos de la provincia.

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Es un modelo que ha funcionado, como se puede leer en los resultados de todos esos años. Y las cifras son objetivas. “A nivel socioeconómico ha aportado muchísimo a la provincia”, señala Higinia Navarro que dirige Dinópolis desde su inicio.

El sector hostelero lo reconoce. Son más y trabajan más gracias a estos centros dedicados a los dinosaurios. El turismo se ha desestacionalizado, se han ampliado las pernoctaciones y las plazas hoteleras.

Teruel es tierra de gigantes. Con ellos crece.