Funcionarios de la cárcel de Picassent alertan de que la falta de personal pone en riesgo a empleados y presos

Valencia

La reyerta del pasado sábado en la prisión de Picassent ha puesto de relieve la falta de personal del centro y las carencias de una de las cinco cárceles de España con peor ratio de funcionarios por recluso. Lo lleva denunciando el sindicato ACAIP-UGT desde hace tiempo, pero alertan de que en los últimos meses la situación se ha hecho insostenible.

El centro llega a registrar al año 1.500 incidentes graves o muy graves. El del sábado fue uno de ellos. Durante la cena, mientras todos los internos se encontraban en el comedor, uno agarró por el cuello a otro, lo que dio comienzo a una batalla campal en la que las bandejas metálicas de la comida volaron por la sala. Varios internos resultaron heridos y dos de ellos tuvieron que salir al hospital extrapenitenciario para ser atendidos.

Alberto Téllez, portavoz del sindicato mayoritario que representa a los funcionarios de prisiones, cuenta que el centro necesita al menos otros 64 empleados que garanticen la seguridad de los trabajadores y también de los internos. La dirección de la cárcel, dice Téllez, se lava las manos y achaca el déficit a Instituciones Penitenciarias, que depende del Gobierno central. Alerta de que las consecuencias de perpetuar este déficit de personal podrían ser nefasta. Es cuestión de tiempo o de suerte.