Los perjuicios de las pantallas en la piel

Aranda de Duero

La única fuente de luz azul hasta hace varias decenas de años era el sol. Ahora todos los dispositivos electrónicos nos la brindan, y nos pasamos horas frente a ellos. Pero, ¿en qué medida y de qué forma nos puede afectar? Sobre esta circunstancia hemos hablado este martes en nuestro tiempo de Parafarmacia Naturalmente con Virginia Langa.

"Como efecto positivo regula los ciclos de sueño y vigilia, el estado del humor, mejora el rendimiento académico y de aprendizaje, pero las horas y el tiempo que hay que concentrarse; en su justa medida es positiva pero ahora tenemos grandes dosis que genera un nerviosismo e insomnio, hiperactividad en los niños, y los efectos de la piel. No es que parezca que hemos envejecido, es que nos hemos expuesto mucho", explica Langa.

¿Y cómo lo corregimos? "Poniendo unos límites y tiempos en los que no nos expongamos a la luz azul. En lo referente a la piel, como la luz azul forman parte del espectro de luz, hace que se degrade y oxide el tejido base de la piel. Perdemos estructura y aparecen los símbolos de envejecimiento. Y como es una luz se activan los mecanismos del bronceado, del moreno, pero ni es un sol natural y sí una sobre exposición, por eso aparecen manchas, que no solo las crea el sol. Hay soluciones cosméticas o dermocosméticas. Y por otro lado hay moléculas para volver un defecto virtud, unas formulaciones de cosméticos con patentes que transforma la luz azul en un tratamiento de belleza a través de un filtro que la vuelve beneficiosa", asevera.

La charla al completo puede reproducirse en el siguiente audio.