Bares y restaurantes abusan de la confianza
Empresarios irresponsables se han extendido por praderas urbanas desde locales minúsculos

La línea roja Matías Vallés (14/07/2021)
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Palma
Buenos días. La pandemia ha modificado la relación de colectivos que se han ganado la simpatía ciudadana.
El orbe sanitario se ha colocado en el primer lugar de la jerarquía.
Nadie ha agradecido desgraciadamente el sacrificio de los maestros que se arriesgaron a dar clases presenciales.
Y sobre todo, sorpendió la oleada contagiosa de cariño hacia los pequeños propietarios de bares y restaurantes.
La ciudadanía no solo entendió el castigo suplementario que estaban sufriendo como supuestos propagadores del coronavirus.
Sobre todo, les concedió generosos espacios públicos para su explotación privada bajo el genérico de terrazas.
Sería muy bonito redondear este cuento afirmando que bares y restaurantes han tenido un comportamiento responsable recíproco.
Pues no.
Generalizando, bares y restaurantes han abusado de la confianza de sus vecinos.
Empresarios irresponsables se han extendido por praderas urbanas desde locales minúsculos.
No solo no han retrocedido, sino que avanzan cada día en un territorio conquistado.
Y en lugar de corregir a sus afiliados, la patronal amenaza con querellas a los alcaldes.
Lo siento, pero se acabó la simpatía, vuelven a ser el enemigo.




