Desgranamos las quejas vecinales por los aparcamientos disuasorios
Protestan porque algunos afectan a zonas verdes, presentan gastos desorbitados, tiene malas conexiones con la red de transporte público o son de pago cuando en sus zonas hay lugares para aparcar gratis
Madrid
La semana pasada una treintena de agrupaciones vecinales y entidades sociales elevaron una queja al Parlamento Europeo para que se paralicen ocho aparcamientos disuasorios que el Ayuntamiento ha proyectado. Esa ha sido la última de las protestas, pero llevan meses y, en algunos casos, años de quejas. Porque aunque comparten el objetivo de estas instalaciones, que es que se deje el coche antes de entrar en la ciudad y acceder a ella en transporte público, en la práctica creen que no están bien pensados.
Desgranamos las quejas vecinales por los aparcamientos disuasorios
23:05
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/001RD010000006464515/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Antonio Giraldo, geógrafo y urbanista, es de la misma opinión. "Cuando se proyectan este tipo de aparcamientos, hay que tener en cuenta muchas variables, como es, por ejemplo, ampliar la frecuencia de los transportes públicos para que al ciudadano le compense dejar el coche y llegar al centro en Cercanías, Metro o EMT." Para Fernando Mardones, presidente de la Asociación Vecinal Barrio de Montecarmelo, el aparcamiento de Pitis recién abierto "es un error porque con 500 plazas, está vacío. Los que aparcan lo hacen justo fuera del recito porque les sale gratis." Y señala otro de los aparcamientos a los que se oponen, el de Tres Olivos. Ese "todavía no se han levantado pero está proyectado en una de las pocas zonas verdes que tenemos en el berrio y no tiene buenas conexiones con la red de transporte público."