¿Indolencia, inacción o error?

Sevilla

Se ha confirmado el cierre de la planta de Airbus Puerto Real. Se salvan con traslados los empleos directos, pero se dejan caer buena parte de los indirectos. Esto está ocurriendo en la provincia con la mayor tasa de paro del país tras Ceuta, según la última EPA, pero aquí andamos sobrados de indolencia.

Hace cinco días, Ximo Puig solicitó por escrito al Gobierno central el traslado a Valencia de la sede de Puertos del Estado. La entidad pública no es cualquier cosa. Controla 28 autoridades portuarias y, según el organigrama que a día de hoy aparece en su web, aglutina una presidencia, una secretaría general, tres direcciones, nueve subdirecciones y tiene 26 áreas de gestión. Me pregunto por qué Andalucía, con Algeciras como primer puerto de España al cierre de 2020 y cuarto de Europa, no puede aspirar a albergar esa sede estatal.

Esta mañana el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha estado en la provincia, en la clausura de una actividad de Asaja, pero no ha mencionado ni lo uno ni lo otro.

Y en medio de una concatenación de reveses que aceptamos con desidia, hemos llegado a la quinta ola de la pandemia. Verbalizamos casi sin pestañear que hoy hemos superado los 4.000 nuevos contagios en Andalucía, que cinco personas más han perdido la vida o que han desalojado otra fiesta ilegal con 1.200 jóvenes sin mascarilla y sin respetar los protocolos de seguridad.

El Gobierno central no recupera el uso de la mascarilla al aire libre y la Junta no tiene previsto ampliar mañana las restricciones. Algunos hablan de inacción y otros, de error. Me quedo con la frase de hace cinco días del director general de la OMS: “Las vacunas por sí solas no bastan para poner fin a la pandemia”.

Felices vacaciones. Precaución y hasta septiembre.