El responsable de la residencia Santa Rita miente y afirma que el informe de Sanidad es "un bulo"

Tenerife

El director gerente de la mayor residencia de Canarias, Tomás Villar, se niega a hablar con los medios de comunicación después de que la SER hiciera público el informe de Sanidad en el que se detallan las graves deficiencias halladas en el interior del macrocentro. El informe describe un brote de sarna, desnutrición y deshidratación, entre otras cuestiones, que padecían los usuarios y que fueron detectadas cuando Salud Pública intervino la residencia para frenar un brote de coronavirus que acabó con la vida de más de viente personas. 

La fundación privada y católica que gestiona este centro tiene cientos de plazas concertadas con instituciones públicas como el Cabildo de Tenerife, pero no constan sanciones, tan solo un apercibimiento conjunto de Sanidad y Derechos Sociales al centro. El director gerente se ha pronunciado en un circuito de televisión privado de la Fundación que utiliza para lanzar sus mensajes a la comunidad de residentes y familiar afirmando que el informe dado a conocer por la SER es "un bulo". El informe, lejos de ser un bulo, está firmado por la Gerente del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria y también por un técnico de Salud Pública. No obstante, Tomás Villar miente además de no responder a las preguntas de los medios de comunicación.

"Las incidencias sanitarias existen porque son algo innato en la vida humana", llega a explicar el director gerente en el vídeo del canal interno de la Fundación sin hacer referencia directa a la sarna que fuentes sanitarias e institucionales han confirmado a la SER. "Hubo una serie de indencias que si, que se informaron a Salud Pública, que se sabe y se ha trabajado en función a eso, en realidad eso ha pasado", dice justo después de afirmar que es un bulo. Tomás Villar también se jacta de llevar solo "tres o cuatro años" controlando la calidad del centro, -a pesar de que el centro lleva décadas abierto-, y que la sarna es algo "cuasinormal". "A mi me gusta mucho decir que solo Dios lo sabe", concluye el máximo responsable de esta macroresidencia.

"Ataron a mi madre sin autorización y cada dos por tres trae a casa ropa que no es suya", explica una usuaria de Santa Rita a la SER

Durante una videollamada la madre de Ana rompió a llorar, cuenta la hija de una residente. "Estaba muy angustiada y nos dijo que la habían atado, solicitamos hablar con la dirección del centro y no se nos dio cita cita en ningún momento", explica Ana, que también denuncia el exceso de medicación con somníferos a su madre. "Le han dado unas pastillas inductoras al sueño porque se levanta mucho por la noche, les molesta que mi madre se levante y acompañarala al baño, por eso la tienen que tener durmiendo toda la noche a base de pastilla", denuncia. "En repetidas ocasiones a mi madre le han puesto ropa que no es de ella, tachan con un rotulador la ropa del usuario anterior y ponen encima su nombre", denuncia Ana que asegura que no tiene

"Tengo miedo a que tomen represalias contra él porque no se puede defender", dice Carmen, que tiene a su hermano ingresado en Santa Rita

El hermano de Carmen está ingresado en Santa Rita desde hace años con deterioro cognitivo, pero no se atreve a hablar con la prensa. "Tengo miedo a que tomen represalias contra él porque no se puede defender" al tiempo que corrobora que su hemano ha tenido picores con frecuencia. Algo similar ocurre con Alejandro, "mi padre está ingresando en Santa Rita, a principios de mayo se quejaba de que le picaban los brazos y el cuello, se lo comenté a los trabajadores y ahora me doy cuenta de que había un brote de sarna", explica. "Voy a solicitar a la dirección del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria sacar a mi padre de ahí", concluye a la SER.

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