Unidad y cooperación

Aranda de Duero

El pasado 15 de julio, el rey Felipe VI o el ciudadano Felipe, en el acto de homenaje a los sanitarios que perdieron la vida en el ejercicio de su profesión por la Covid 19, señaló que en todos los ámbitos de la convivencia se precisa unidad y cooperación. No sé si estas dos ideas son monárquicas o republicanas, lo que sí veo es que son fundamentales para que nuestro país, sea autonómico, federal o centralizado, pueda mejorar en la convivencia para tener posteriormente una economía social y superar las consecuencias nefastas para muchos ciudadanos que han caído en la pobreza sin quererlo ni buscarlo.

Pues a la vez que, el jueves, Felipe VI pronunciaba estas palabras; durante toda la semana, en el Curso de Prensa y Poder que con tanto “equilibrio ideológico” se celebra cada año en La Aguilera de la mano de los gabrielistas; Albert Rivera se despachaba hablando de la necesidad de flexibilizar el empleo, que como ustedes saben, es la mejor manera de desarrollar el concepto de cooperación entre empresarios y trabajadores.

Y no contentos con esta ponencia, se presenta el Director General de Amazon y nos indica que para tener éxito es necesario coraje, perseverancia y valentía. Y ahora, con esta receta, se acerquen a ese padre o madre de familia que no tienen ni para cubrir los mínimos vitales y le ofrecen el menú del coraje acompañado de perseverancia para que lo complete con un buen postre de valentía. O mejor, no se lo ofrezcan a un pobre, díganselo a los comerciantes de Aranda, que se habrán quedado con dos palmos al ver la llegada y las ideas de tan insigne señor.

Así que ya tenemos para meditar en un marco religioso, con un espíritu cristiano o sin él, al son de un capitalismo brutal que piensa con claridad en la receta necesaria para conseguir el éxito, aunque la flexibilidad se lleve por delante los derechos laborales de una mano de obra que solo pretende tener un trabajo digno para sacar adelante a los suyos. No sé si esto es comunismo, cristianismo o libertad, lo que sí es dignidad vital.

Me quedo con las palabras del rey desde mi republicanismo y rechazo los mensajes de los ponentes del curso. Y lo hago con coraje, perseverancia y valentía. Espero tener éxito en la empresa.