Están arrancando El Pi
Si tenían previsto votar al Pi, conviene que se den prisa

Palma
Si tenían previsto votar al Pi, conviene que se den prisa.
Es posible que se agoten las papeletas del partido citado, no por exceso de solicitantes sino por la dimisión en masa de sus fundadores y gestores.
Están arrancando el Pi, porque tampoco tenían muy claro que querían ser de mayores, cuando creciera el árbol a cuya sombra se cobijan.
Convertirse en la continuación de UM por otros medios era una de las opciones, no la más estimulante.
Un partido nacionalista de bajo voltaje también se barajó, pero la opción murió por una bajada de tensión.
Una imitación mallorquina de Teruel Existe era la tercera variante, pero tampoco atrajo a los votantes.
En realidad, El Pi es el partido que creó Jaume Font para curarse del maltrato recibido en el PP.
Desgarrado entre el mallorquinismo y el catalanismo, y al contemplar que sus esfuerzos no se veían recompensados en las urnas, Font dio la primera espantada.
La huida del fundador siempre es una estocada definitiva para un partido.
Y autodestruirse sin necesidad de gobernar no solo suena extravagante, también es un lujo que pocos partidos pueden permitirse.
Sin la energía nuclear de Font, se comprobó que el principal problema del Pi es que tenía más cuotas que cuitas.
Observarán que llevamos un minuto entero hablando del Pi sin necesidad de nombrar a su presidente recién caído.
Este es el problema, y una de las razones que hacían inevitable su autodestitución.




