Un gijonés rodeado de 'faraones' en el país del sol naciente

Gijón

Gijón puede presumir de que todos los deportistas que integran la representación asturiana en los Juegos Olímpicos de Tokio son playos. Pero la representación gijonesa en la Villa Olímpica no se limita a la presencia de los sobradamente conocidos Pablo Carreño, María López y Raúl Entrerríos. Indagando entre las diferentes delegaciones, aparecen otros nombres propios conocidos: la exjugadora internacional Jessica Alonso es la delegada de la selección española femenina de balonmano, el fisioterapeuta Lorenzo del Pozo ha viajado a Tokio para tratar a los caballos de una amazona dominicana y otra chilena y en la expedición egipcia llama la atención la presencia de un gijonés, Toño Cartón, campeón de la Liga ASOBAL, que acude como segundo entrenador de la selección de balonmano conocida como 'Los Faraones'.

¿Cómo acaba un asturiano trabajando en Egipto y participando ahora de unos Juegos Olímpicos? La clave está precisamente en otro gijonés: Raúl Entrerríos. "Tan buena es la relación con Rulo que fue quien me puso en contacto con Roberto García Parrondo, con el que había coincidido en selecciones inferiores. Él había ganado la Champions League con el Vardar Skopje y aceptó la oferta de Egipto, donde se celebró el úiltimo Mundial. Buscaba un ayudante que le pudiera hacer de preparador físico (como empecé) o de segundo entrenador, que es lo que estoy haciendo ahora. Raúl sugirió que yo, trabajando en la universidad, podría liberarme para las competiciones. Empecé así hace un par de años y el camino nos ha traído hasta Tokio", explica Cartón.

Al margen de la mera competición, un aspecto mágico para cualquier deportista participante en unos Juegos Olímpicos es la convivencia en la villa con algunas de las estrellas del deporte mundial. Desde su llegada a Tokio, Cartón lo está viviendo. Ya se ha cruzado a Djokovic, a Luka Doncic o a los hermanos Gasol. Pero uno de los encuentros más especiales ha sido con su amigo, casi hermano, Raúl Entrerríos, al que la distancia y la COVID le habían impedido saludar en persona desde hace mucho tiempo.

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En la burbuja de la Villa Olímpica se respira "tranquilidad", según Cartón. Apenas han tenido trato con población local y no perciben ese rechazo a la celebración de los Juegos que, según los últimos estudios, alcanza el 80%. "Cuando salimos a entrenar al pabellón vemos carteles de bienvenida. Entiendo la preocupación de la población cuando se organiza un fiestón, en estas circunstancias, al lado de tu casa", explica el técnico.

Ya conoce la sensación de dormir en las famosas camas reciclables, de cartón, que han instalado los organizadores. "Son muy duras. Yo duermo bien, porque soy pequeño, pero me comentaba Rudy Fernández que qué broma era esto de las camas. Imagina para él o para los Gasol lo que supone dormir en una cama tan pequeña".

Experiencias que se viven en unos Juegos Olímpicos que, a pesar de las circunstancias peculiares que le rodean, Toño Cartón está dispuesto a disfrutar "a tope".