Los nuevos MIR aterrizan en plena quinta ola: "Es una oportunidad para aprender"

Madrid

Tatiana, Teresa, Dácil y Pedro son cuatro de los 146 médicos residentes que se han incorporado recientemente al Gregorio Marañón. Aterrizan en el hospital en plena quinta ola de la pandemia, con la presión asistencial subiendo diariamente. En esta primera etapa, aseguran que les están protegiendo y que no están teniendo que lidiar con el virus de forma directa. "No nos van a meter a alas de coronavirus hasta que no tengamos más rodajes. Estamos muy protegidos en ese sentido". Aún así, "complica un poco más las cosas porque en cuanto ves a un paciente hay que limpiar la habitación, se atrasa la dinámica del servicio y se puede ralentizar el proceso".

Dácil es enfermera y es la que abre el debate sobre si para ellos hay una parte positiva en comenzar su residencia en plena pandemia. "Es una oportunidad. Es algo que va a provocar más trabas, pero nos va a dar la oportunidad de hacer cosas que no hubieras hecho antes. Y también de insistir en algunas cosas que no hacíamos antes, como en el lavado de manos". Le sigue Teresa, que está de acuerdo con su compañera: "es una oportunidad en el sentido de que puedes aprender más cosas, aunque es un hándicap enorme. No sé si hubiera empezado la residencia en plena pandemia si hubiera podido elegir". Pedro enfatiza en el hecho de que la pandemia puede enseñarles mejor a trabajar en equipo: "Tenemos que adaptarnos a las circunstancias y ya que no son las mejores, sacamos puntos positivos de ellas".

Hace casi siete años que comenzaron sus respectivas carreras. Con 18 años no se imaginaban que comenzarían a trabajar en un hospital en plena pandemia. ¿Hay algún momento a lo largo de la pandemia en el que el profesor abre el libro y dice "pandemias?". "Nosotros comenzamos la carrera en 2014 y ese año fue la crisis del Ébola. Creo que ahí comenzó a estudiarse más. Siempre lo daban como un apartado, pero lo hacían como algo muy lejano que nunca nos iba a afectar a nosotros".

Son sanitarios, pero también son jóvenes. No les gusta oír hablar de "la ola joven" cuando alguien se refiere a la quinta ola de la pandemia. "Se debería hablar de la ola de los no vacunados. Sí que es verdad que las cosas se están haciendo mal, pero no creo que la culpa sea exclusivamente de los jóvenes", dice Pedro. Dácil replica: "yo sí que he notado en esta ola un incremento de malas conductas como todas las celebraciones que se han hecho después del fin del curso escolar".

Por delante tienen más de cuatro años de residencia en el hospital, en el Gregorio Marañón. Son el futuro, pero también, desde ya, el presente de la sanidad pública. "Hay muchas ganas, sobre todo ilusión. Tengo ganas de aprender mucho, de mejorar, de darlo todo por los pacientes. Vamos a tener que enfrentarnos a situaciones difíciles, pero lo afronto con todas las ganas del mundo". Tatiana cierra la charla y apunta una última reflexión sobre su profesión y su vocación. "A veces, no es tanto curar y ser salvadora, como saber acompañar y aliviar al que sufre".

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