Posar con el Torico de Teruel en su Museo de la Vaquilla
La ciudad abre un nuevo espacio que descubre al visitante el amor a la que es su seña de identidad y protagonista de sus fiestas y tradiciones
Teruel
Teruel ha incorporado el Museo de la Vaquilla a la ruta de espacios que pueden descubrirse en una visita a la ciudad del Torico. Esta capital que cada julio vive con pasión la Vaquilla, dedicó un museo a esta fiesta considerada de Interés Turístico Regional y que aspira a ser reconocida nacionalmente por su impacto y singularidad.
Tras una remodelación y con la incorporación de nuevas piezas y materiales, esta instalación museística, que se abría en 2006, se suma ahora a las visitas que ofrece Teruel a sus vecinos y turistas. Desde la reapertura en julio, más de un millar de personas han recorrido sus diferentes áreas. Una dedicada a la Vaquilla del Ángel, otra al mundo taurino, y una tercera a la tradición de la Soga y Baga.
En el Museo de la Vaquilla el Torico es la estrella, pues el visitante puede hacerse una foto con una réplica de este símbolo de la ciudad. Es del mismo tamaño que el que atrae las miradas sobre un pedestal en el centro mismo de la capital. Durante los meses de agosto y septiembre este espacio se abrirá los sábados de 11.30 a 13.30 y de 17.00 a 19.00 horas, y los domingos de 11.30 a 13.30 horas.
Recorrer el interior de la plaza de toros.
Desde el Ayuntamiento de Teruel se amplía así la oferta de visitas guiadas que muestran el patrimonio monumental y arquitectónico, la historia o las tradiciones. Además, se incorpora otra zona de la ciudad, la conocida como Ensanche en el otro extremo del Viaducto Fernando Hué, al paseo de los turistas.
Y es que, junto con el Museo de la Vaquilla, la plaza de toros turolense se abre a quienes quieran descubrirla con aquellas dependencias que habitualmente no se muestran, como son la enfermería, la capilla, el patio de cuadrillas o los toriles y corrales. Las visitas a la plaza se han limitado de momento a los días 8 y 29 de agosto y al 12 y 26 de septiembre de 12.00 a 13.00 horas.
La identidad de una ciudad.
El toro ha conformado la identidad de los turolenses desde sus orígenes. El astado y la estrella están en el escudo oficial de la capital y en el corazón de sus habitantes. Son varias las versiones sobre la relación de este animal con Teruel que se apoyan en leyendas e incluso en restos numismáticos en los que ya aparecen estas dos figuras.
Han llegado hasta nuestros días relatos como que los cristianos sobrevivieron y vencieron a la manada de toros con las astas encendidas con la que les atacaron las tropas moras. Salieron victoriosos de esa amenaza y fundaron la actual ciudad allí donde entendieron les señalaba la providencia. Sobre un cerro en el que se atisbaba uno de esos animales que por su resplandor se asemejaba a una estrella.
En el imaginario popular también está registrado que fueron los fenicios los que fundaron Tor-bat o Turba junto al río al que llamaron Turia, precisamente por la existencia aquí de numerosos astados. Eso explicaría la aparición de este animal grabado en monedas celtíberas.
Sea cual sea el origen de la relación de Teruel con el Toro, es desde hace siglos su símbolo, y una de las piezas escultóricas más populares y visitadas de España. Quizás porque su pequeño tamaño contrasta con su enorme significado.