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Montañismo

Belladurmiente con la iniciación al alpinismo

Una experiencia estival contada por el club

Los participantes en una bonita aventura estival. / La Voz

Almería

Este pasado fin de semana ha finalizado la XVI Travesía de Fomento al Alpinismo estival. Organizado por el grupo de montaña de la Asociación belladurmiente, ha sido todo un éxito con la coronación de las dos cimas por todos los participantes.

Con temperaturas poco habituales en estas fechas, el sol muy cerca y con la calima oscureciendo el cielo. No les impidió conseguir su objetivo, hacer dos de las cumbres más emblemáticas de Sierra Nevada “El Veleta y Mulhacén”. En un primer lugar, se ascendió al Veleta. La cuarta cumbre más alta de España a la que se puede llegar directamente en bicicleta con sus 3398 metros de altitud.

Se coincidió con numerosos ciclistas, que llegaban eufóricos, combinando los que suben en bicicletas con ruedas de carretera y otros que llegan con mucho esfuerzo con las de montaña. Acceden desde varios sitios diferentes, los hay que suben desde Capileira, otros suben desde la Hoya de la Mora y vuelven o bajan a Capileira. Cada vez más sobresalen las bicicletas eléctricas, mayoritariamente en grupos y con las baterías al límite.

 Después de alcanzado el primer objetivo, se descendió al Refugio vivac de la Carihuela. Lo importante al llegar aquí, beber agua para hidratar bien. No viene mal picar algo y tras varios minutos. Era la segunda parada y todo el grupo llego compacto, en hilera, cosa poco usual en grupos numerosos.

Continuamos cruzado por el Paso de los Guías

Una cadena en la roca se cruza un vasar a 30 metros de altura. Continuamos la marcha, Conociendo bien este Parque Nacional, hay puntos que tienen parada obligatoria. Al pasar te hacen detenerte y pararte a contemplar las caras Norte. Cómo es el Collado del Lobo, un mirador natural al Barranco Valdeinfiernos, una de las nacimientos del Río Genil.

El secreto de estas expediciones de tanta gente, es llevar paso lento, pero sin pausa, excepto en las paradas previstas. Alcanzamos el Collado de Loma Pelá tras pasar por los crestones de Río Seco y las lagunas del mismo nombre. Volvemos a parar, preferimos que el descenso que viene ahora sea lento, guardando una distancia prudencial entre cada participante y bajar muy concentrado, el sendero tiene algún que otro tramo angosto. Este tramo es muy peligroso y debería de tener algún cable de vida, la caída puede estar entre 80 y 100 metros.

Llegamos al refugio vivac de La Caldera, unos minutos, que nos sirve de avituallamiento, agua, alguna barrita, frutos secos lo necesario para el último tirón a la cumbre más alta de la península. 441m hasta el geodésico, con una pendiente muy vertical en algunos tramos.

Los que llevamos muchos años pasando por aquí, apreciamos el desgaste del medio. Las cabras montesas se acercan sin miedo a nosotros, domesticadas por el paso continuo de gente y la comida que le dan o resto que dejan de basura. La laguna de la Caldera se encuentra en un estado lamentable y muy poca agua, encontrándose entre las más alta de la península situada por encima de los tres mil metros.

Comenzamos el tramo más difícil de la travesía, en casi un kilómetro y medio. Con este desnivel lo mejor siempre, es hacer dos o tres grupos en la subida. De esta manera cada uno elige su ritmo y se lleva mejor el ascenso. En mi caso! iba el último, siempre en conexión con los compañeros a través de walkies. En mi grupo llevaba a una pareja de 77 y 84 años, muy montañeros y suben todos los años al Mulhacén. Pole pole o paso andino, despacio despacio, como quiera uno llamarlo, pero las pulsaciones no pueden aumentar. Como las tortugas, poco a poco íbamos cogiendo a gente y algunos se pegaban a nuestro ritmo. Varias paradas de un minuto y sin mas, en cumbre (3482 m)

Estuvimos una media hora, había mucha gente y de muchos lugares del mundo. Al llegar a este punto la euforia es generalizada, con colas para sacar la foto en el techo de la península. Hacía mucho viento en cumbre, con ráfagas de 70 km/hora. Preferimos bajar por el mismo sitio, volver a parar en la Caldera más tranquilos y seguir por el Río Mulhacén y al sendero que baja al Refugio de Poqueira.

Nos desviamos un poco, para ver la laguna del Majano, una auténtica belleza, las vistas que tiene hacía la Sierra de Lujar al fondo el Mar. Esta expedición tenía un sentido, unida al proyecto y era al recuerdo de un compañero que falleció Juan Marín. Unas palabras y un aplauso improvisado, provoco unos momentos muy emotivos.

Se apreciaba algunas caras cansadas y con ganas de llegar, pero ahora el paisaje cambia por completo. Los borreguiles, el agua y los lagunillos, hacen un paisaje espectacular.

Último tirón hasta el final, buscamos el sendero cruzando el río y a media tarde llegamos al Refugio de Poqueira. Se repartieron las llaves de las taquillas con unas palomitas y mientras cenaba el primer turno, nosotros nos aseamos y nos instalamos.

Sobro tiempo para una buena cerveza y esperar unos minutos para la llegada de la cena. Una buena cena montañera, de sopa, plato de pastas y verdura, otro plato de carne y el postre. Con tanta comida no queda otra que ir al porche y hablar con los montañeros que llenan el Refugio, cambiando impresiones entre las rutas que ha hecho cada grupo. Por supuesto cumpliendo las medidas Covid, mascarillas en el interior y manteniendo las medidas de seguridad que tiene el Refugio.

En este refugio se come muy bien, pero dormir es muy difícil, estamos por encima de los 2500 metros. Da igual como te pongas, pero cuando te das cuenta son las siete y hay que levantarse.

Toca desayunar y en este Refugio, si la cena es excelente, el desayuno es inmejorable incluido churros. El día anterior fue un día duro para mucho compañeros que era su primera vez en la alta montaña, unos 19 km., con un desnivel muy fuerte. Hoy es para disfrutar, no se alcanzan los 13 km., en todo el descenso y se ameniza el camino con una parada en el río para bañarse.

Sobre las 14: 00 llegamos a Capileira, donde disfrutamos de este bonito pueblo y un buen plato alpujarreño. La vuelta en bus al punto de partida y hasta el próximo año. Todos estaban satisfechos por el trabajo de la organización y por la hazaña alcanzada.

 
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