Aspaym confía en recuperar la normalidad en El Bosque de los Sueños el próximo verano

Ponferrada

Los grupos burbuja, las mascarillas y la distancia de seguridad han sido los protagonistas del campamento de verano de Aspaym en El bosque de los Sueños de Cubillos del Sil. No podía ser de otro modo en una edición marcada por la pandemia, que a pesar de las especiales circunstancias, sigue manteniendo su objetivo: fomentar la integración social.

Este año el campamento se ha celebrado durante un tiempo reducido, específicamente una semana, con el fin de evitar el tiempo de contacto entre los participantes. Aun así, el virus no ha impedido que una treintena de niños con y sin capacidad hayan participado en diversas jornadas de convivencia entre las que han destacado la piscina y los juegos en grupo.

Son ya 24 años de campamento que han contribuido a favorecer los valores de integración para niños de entre 6 y 17 años, una iniciativa aplaudida desde los diferentes estamentos sociales y administrativos y que este jueves día 5 de agosto conoció de primera mano la Directora General de Juventud de la Junta de Castilla y León, Estela López García.

Desde 1979, Aspaym pretende favorecer la mejora de la calidad de vida de las personas con dispacidad así como de sus familiares y allegados. “Es un lugar mágico porque tengas o no tengas discapacidad puedes participar en igualdad de condiciones” señala el coordinador del campamento de Aspaym, Víctor Nuñez.

Todos los participantes coinciden en que es un año diferente debido a la pandemia en el que “han sido necesarias numerosas adaptaciones” según señala Carlos, monitor de El Bosque de los Sueños. A pesar de ello, el campamento sigue manteniendo su esencia, la convivencia entre personas con o sin discapacidad que aporte beneficios a ambas partes tal y como indica Adriana, una participante sin discapacidad que recalca el “compromiso de ayuda con los demás” que le ha ayudado a desarrollar esta especial experiencia.

Una vivencia que ha ayudado a demostrar a numerosos niños que las personas discapacitadas son igual de responsables que los demás ante esta nueva situación e igual de capaces a jugar tal y como apunta Oriol, un nuevo participante de esta edición.

En definitiva, un lugar donde “olvidarse de los problemas diarios” según señala el participante Abraham y, a su vez, donde aprender a convivir y colaborar con los demás rodeados de naturaleza.