Lola Jiménez, de la Comunidad Terapéutica La Muela: "La pandemia ha traído una época de soledad y adicciones"

Córdoba

A los efectos de la pandemia en la salud mental hay que sumarle el aumento de las adicciones, especialmente entre las personas más vunerables o que ya tenían antecedentes de consumo. Así lo confirman desde la Comunidad Terapéutica de La Muela, donde 23 mujeres adultas y jóvenes intentan superar sus dependencias y problemas de conducta. Ahora, cumpliendo todas las medidas de prevención en el ingreso, prueba y cuarentena incluida.

Gestionada por la Fundación EMET Arcoiris, con plazas concertadas y privadas, esta comunidad está ubicada en un espacio de la provincia rodeado de naturaleza, donde las mujeres reciben una terapia integral. Lola Jiménez es la directora de la comunidad. "Alejarse de lo que ha sido el entorno de estas mujeres, que ha sido generalmente perjudicial, facilita el proceso de autoconocimiento, y de habilitación y rehabilitación al que están sometidas las pacientes cuando entran en la comunidad", explica su directora, Lola JIménez.

Y desde La Muela reciben además esa terapia con una clara perspectiva de género. El 80% de sus usuarias han sufrido violencia física, psicológica o abusos. El 40% sufre una patología dual, es decir, adicciones y trastornos mentales. "Los trastornos más destacables, además del problema de adicción, son los de alimentación, del estado de ánimo y de personalidad. Y el perfil de mujeres con el que trabajamos se caracteriza por tener poca conciencia del problema de adicción, baja autoestima, asertividad deficiente y bastante sentimiento de culpa".

Así, un equipo multidisciplinar (Hay 14 profesionales en el centro) realiza tras el ingreso en la comunidad una primera valoración individual sobre la que pivotará toda la atención integral que reciba. Todo ello, repite Lola Jiménez "con una perspectiva de género", ya que "hay que visibilizar el problema de adicción en las mujeres y seguir combatiendo las desigualdades de género y la igualdad en cuanto a recursos que apoyen este perfil".

Las terapias con las familias son esenciales. Las usuarias, que sobre todo presentan adicciones al alcohol y las benzodiacepinas, suelen estar una media de 6 meses en la comunidad.

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¿Que índice de éxito consigue? La directora nos explica que el número de altas es muy importante. Pero que tan relevante la abstinencia con la que llegó como recuperar habilidades sociales, hábitos de vida saludable o recuperar vínculos sanos que rompió el consumo.

La demanda de plazas en la comunidad ha subido con la pandemia. "La pandemia ha sido una época dura de soledad y de recurrrir a las drogas. De hecho, las pacientes que tenemos ahora y que han sufrido el confinamiento, nos hablan de ese tiempo como uno de los peores en sus etapas de consumo".

La directora de la Muela reconoce que son necesarios más recursos de este tipo, ya que sus plazas concertadas suelen estar completas. La Fundación EMET Arcoiris lleva desde 1.983 desarrollando su labor de atención a las adicciones, tanto a hombres como mujeres y en diferentes franjas de edad.