La operación salida del Depor, una partida de ajedrez
Diego Rolan, Fede Cartabia, Uche Agbo y Celso Borges. Son los cuatro jugadores que desde el final de la temporada pasada están en la rampa de salida

Celso Borges en un entrenamiento / RC Deportivo

A Coruña
El Deportivo marcó desde un principio quienes eran los jugadores que de los que pretendía prescindir, pero los tiempos y la amenaza del ERE no han provocado avances en todo el verano
Diego Rolan, Fede Cartabia, Uche Agbo y Celso Borges. Son los cuatro jugadores que desde el final de la temporada pasada están en la rampa de salida. Otros como Keko Gontán o Borja Granero están en una situación dudosa. Sólo podrían permanecer en A Coruña mediante una renegociación a la baja de sendos sueldos. Las intenciones están claras, pero la partida no ha avanzado prácticamente en las últimas semanas.
Por oto lado, las pistas la ha dado abiertamente Borja Jiménez con sus decisiones. Algunos de los descartes ni siquiera han venido a Coruña y se mantienen “con permiso”. Otros se entrenan por separado y al margen del grupo. Otros, como Borges se mantienen en un segundo plano en los amistosos del verano. El Tico no tuvo minutos en el Teresa Herrera y su futuro no apunta a blanquiazul. Mientras tanto, la amenaza de un ERE no ha surtido efecto hasta la fecha y los jugadores se mantienen a expensas de las decisiones finales que se tomen desde la Plaza de Pontevedra.
El caso de Diego Rolan está encaminado para una salida. El jugador negocia con los Tigres de Juarez pare regresar a la ciudad fronteriza mexicana. La negociación no está tan cerca cómo parece y en el banco temen que se repita la pesadilla del curso pasado, cuando por una discusión sobre los derechos de formación, Rolan no fue traspasado y el futbolista acabó sin permiso laboral en el Deportivo y con una ficha inasumible. Si no cristaliza su salida a Juárez, el club podrá explorar otras vías como el ERE para prescindir de él.
Fede Cartabia es el que lo tiene ya cerrado. En ningún caso entrará en el expediente de regulación de empleo, porque sus condiciones no hacen rentable una operación con él. Cartabia, que llegó al Deportivo a coste cero, firmó sus últimos minutos como blanquiazul en la temporada del frustrado ascenso a Primera, cuando el Deportivo perdió en Mallorca. Este verano se desvinculará definitivamente de la nómina de los coruñeses.
Uche Agbo es el ejemplo de una partida de ajedrez. El jugador, con varias ofertas tanto del extranjero como de Segunda División, mantiene la calma a la espera de que el Deportivo zanje su contrato. Desechada una cesión, el club quiere romper el compromiso para no tener que hacerse cargo del sueldo y de los tres cursos que tiene firmados. Incluso se trabaja con miras a que no se penalice un posible límite salarial en caso de regreso al fútbol profesional.
Celso Borges es la situación emocionalmente más complicada. El futbolista, capitán el curso pasado, está afectado por la manera de actuar del club. Con un contrato que firmó con vistas a poder continuar en el Deportivo tras colgar las botas, ahora se encuentra en una situación en clara rampa de salida El ERE le amenaza de lleno, y aunque sus agentes todavía tienen mercado para él ( internacional con Costa Rica y elegido en el once de gala de la pasada Copa de Oro), el Tico no está pasando por un buen momento en lo anímico.




