Ganka: "Hay a gente que le extraña mucho ver a una mujer conduciendo un tráiler"

Pamplona

Pocas mujeres recorren nuestras carreteras al volante de un camión. En total en Navarra hay 99 mujeres que luchan por tumbar la estigmatización de que los camiones es solo cosa de hombres. De las mujeres que conducen camiones en Navarra, la mayoría de ellas tienen una tradición familiar que las introduce en el mundo de la conducción profesional de camiones. Desde ANET aseguran que hay falta de conductores y animan a las mujeres a que se sumen al sector.

Hay un 10,7% de mujeres sobre el total de hombres, porcentaje bastante por debajo de la media española que cuenta con 22 mujeres. En Navarra la mayor parte de ellas conduce vehículos ligeros no superiores a 2 toneladas. Para aumentar el número de mujeres camioneras, se ha puesto en marcha un proyecto para promover la formación de mujeres camioneras profesionales a través de becas y ayudas económicas que cubren hasta el 70% de los costes del permiso C, E y el Certificado de Aptitud Profesional. A pesar de los incentivos sigue faltando conductores de camiones y especialmente mujeres.

En Hoy Por Hoy Navarra hemos hablado con dos mujeres camioneras que trabajan en Navarra. Una de ellas en Ganka Jorgieba de Anet (Asociación Navarra de Empresarios del Transporte por Carretera y Logística). Es de Bulgaria y lleva 4 meses trabajando de camionera gracias a su marido que la introdujo en ese mundo. Aunque le ha costado por el idioma, lo ha conseguido y día a día sigue aprendiendo de un oficio donde ver a mujeres no es habitual. "Hay a gente que le extraña mucho ver a una mujer conduciendo un tráiler", asegura Ganka Jorgieba. Otro ejemplo de mujer camionera es Pilar Vivar de Transportes Iruña. Desde pequeñita ya jugaba con los camiones de su hermano y ya lleva casi 13 años trabajando en esta profesión. "Yo he tenido muy buena suerte. No me ha pasado nada fuera de lo normal. Siempre cosas positivas. Es un trabajo duro, pero yo siempre me he encontrado a gente muy buena por el camino", expresa Pilar Vivar. Un mundo masculinizado, pero que también hay hueco para todas las mujeres.