Concentración en Azpeitia por la muerte de Luis Enrique Soriano

San Sebastián

El pasado 30 de junio Luis Enrique Soriano, un inmigrante de 20 años que llevaba viviendo desde el 2018 en Azpeitia, decidió acabar con su vida en su lugar de trabajo. 

Trabajaba en una empresa pequeña de la localidad, donde según declara la plataforma ciudadana Elkar-Ekin a la Cadena SER, sufría acoso laboral desde que comenzó hace tres años. Tal y como aseguraba Eneko Ibarguren, miembro de la plataforma, era sometido a largas jornadas laborales, sin descanso y en precaria situación. Su jefe le castigaba por cada pieza que el joven hiciese mal, gritando y humillándolo, hasta el punto de descontarle 300 euros de su sueldo mensual. 

Asegura también que recientemente, cuando Luis Enrique estaba contagiado de COVID, su jefe le obligó a ir a trabajar de noche, cuando la empresa estaba vacía, en vez de permitirle que guardase cuarentena. 

Finalmente, la noche del 30 de julio, Luis Enrique Soriano decidió suicidarse en su lugar de trabajo, donde fue encontrado sin vida después de la alerta por parte de la familia que se extrañaron de que no volviese a casa. Aseguran también que el joven no padecía de ningún trastorno psicológico, por lo que consideran que la causa de su decisión fue su empleo.

La plataforma ciudadana se puso en contacto con la familia del fallecido, y fueron estos quienes les informaron de la situación que el joven migrante estaba sufriendo. Además, les consta también que otros trabajadores sufrían situaciones parecidas, ya que "esa es la forma en la que se trabaja en la empresa".

Por ende, Ibarguren afirma que muchos inmigrantes explotados no pueden permitirse denunciar esas precarias condiciones, por lo que los representantes políticos y las sociedad en general son quienes deberían de hacer un esfuerzo en acabar con estas situaciones.

Concentración

La plataforma Elkar-Ekin llamó a los ciudadanos y ciudadanas de Azpeitia a reunirse en denuncia de la muerte del joven trabajador,  así como "la situación de explotación que muchas personas sufren, en su mayoría, extranjeros que han venido a buscar un futuro mejor". 

La madre del fallecido tomó lo palabra en el acto multitudinario, donde además de agradecer al pueblo y a su ayuntamiento por acompañar a toda la familia, entre lágrimas defendía que "hay que seguir luchando para que no pase lo que le pasó a Luis Enrique". "¿Dónde está mi hijo?" acabó preguntándose.