Primera noche de disfrute

Aranda de Duero

Tarde noche de reencuentros en Sonorama Ribera. Primero, reencuentro con el festival, después de un año de 'ausencia' de su más puro ADN por motivo de la pandemia. Segundo, reencuentro con el Recinto Ferial, que volvió a acoger esta cita tras el estreno en 2019 de El Picón. Y tercero, reencuentro con la cultura, la música, y un total de seis grupos y artistas, intercalados por una gran fiesta que, a la izquierda del único y gran escenario Ribera del Duero, hizo disfrutar a los asistentes entre que se montaban los decorados posteriores con una gran bola de discoteca de dos metros de diámetro. Una fiesta, en definitiva.

Pero también una fiesta impropia. O especial, mejor dicho. Público sentado, con mascarilla, distribuido por zonas... También fue impropio el calor, que hizo tener que protegerse a los primeros asistentes que acudieron a disfrutar de Calavento a las 18.30 horas. El festival siguió con Nach una hora después, y el ecuador llegó con El Kanka, en su esperado estreno en Sonorama Ribera.

La noche se hizo sobre Aranda de Duero, y fue el momento de estar allí con Sidonie, que precisamente nos acompañaba esa misma mañana de jueves en el programa especial que la SER realizaba desde el Recinto Ferial. "Qué bueno volver a veros", aseveraban. Y con mucha animación -aunque con el culo pegado a la silla- todos esos asistentes vibraban con Viva Suecia, que recordó 'A dónde ir', en una noche que se cerró con Los Zigarros.

Un recinto seguro

Mirada con lupa la primera noche, Sonorama Ribera demostró ser un lugar seguro. Con varios filtros de control, el acceso repartía al público en las cinco zonas en las que se dividió el Recinto, con sus respectivos WC, barras y foodtrucks en su interior, y en los que cuando no se consumía y se tenía la mascarilla bajada, se recibía un 'toque' del personal de seguridad o de la Policía Nacional, que también hizo varias rondas por el lugar, obligando a sentar a quienes fruto de la emoción se levantaban de su silla. De hecho, ni se libró de dichos recordatorios Jordi Évole, que sorprendió con su presencia en el festival.

Con mucha responsabilidad se disfrutó de la primera noche de conciertos en un Sonorama que también demostró ser integrador, ofreciendo en lenguaje de signos muchas de las actuaciones, con lo que algunos incluso bromearon. "Un aplauso para esta profesional que tiene que traducir cada mierda que decimos", decía en tono jocoso el vocalista de Viva Suecia. Y es que el humor nunca se ha perdido en Sonorama Ribera, porque forma parte de su ADN, y no se verá alterado nunca, por mucha pandemia que haya.

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Viernes de nivel

Este viernes el Recinto Ferial acoge otros seis conciertos intercalados con DJ's. Derby Motoreta's Burrito Kachimba inicia las actuaciones a las 18.30 horas, seguido de Anni B Sweet y Delaporte. El plato fuerte llega a las 21.50 horas con la actuación de Amaral, y León Benavente y Arde Bogotá cerrarán una segunda noche que huele una vez más a música, a cultura... A Sonorama Ribera.