Mal partido, gol en el último minuto y... ¡líder (rrrrr)!
Un tanto de Lamela, tras un tiro al palo de Rafa Mir, le da los tres puntos al Sevilla en el último suspiro. El equipo de Lopetegui está muy lejos de su mejor versión.
La grandeza o la miseria del fútbol se demuestra en cada jornada. Un detalle, un instante o una acción cambia el estado de ánimo a todo un colectivo. Al Sevilla le ha pasado en muchas ocasiones últimamente y, en Getafe, fue una de ellas. Un gol de Lamela en el minuto 93, al recoger un rechace del poste tras un tiro de Rafa Mir, cambió el enfado por la gran alegría que supone ganar un partido y colocarse líder de la clasificación.
El fútbol tiene cuestiones inexplicables. Erik Lamela, un jugador que marcó un gol el año pasado en el Tottenham, ya ha conseguido tres en el Sevilla. Rafa Mir, que se puso la camiseta casi sin entrenarse, mandó al palo el balón en la jugada del tanto de la victoria.
Sin embargo, la alegría que provoca esta acción no puede ocultar la pobreza del juego y las dificultades que tuvo el Sevilla durante muchas fases del partido. El Sevilla parece aún desajustado. Incluso el entrenador aceleró los cambios porque el equipo, sin duda, no funcionó.
En la primera mitad, Con Suso y Jordán fuera de partido, Papu Gómez desacertado y Navas encogido, sólo la solvencia defensiva y un imponente Diego Carlos mantenían al equipo sin sobresaltos. Sin tiros a puerta, pero sin sustos.
En la segunda parte, los cambios ofrecieron al Sevilla algún peligro más, no demasiado. Diego Carlos pudo marcar en un espectacular testarazo, pero lo evitó Soria. El cambio clave fue el de Rafa Mir, que permitió al equipo jugar con dos delanteros. Simplemente, más presencia, más físico... más peligro. Por supuesto, la salida de Lamela y de Rakitic, que organizó más al equipo. Ése factor fue fundamental a la hora de fabricar la jugada del gol, entre los dos delanteros y la llegada de Lamela.
Para ser aspirante a la Liga, si es que lo puede ser, la imagen, la actitud y el fútbol debe crecer. Lo que vimos en Getafe es demasiado poco para pensar que puede discutir a los grandes. De todas formas, éso nadie lo sabe aún y, sin duda, en los malos momentos siempre es mejor terminar ganando. Y si es en el último minuto, la alegría aún es mayor.