La Alhambra se abre a nuevas músicas

Granada

Aunque este espacio escénico, el Generalife, es uno de los protagonistas anuales de cada nueva edición del Festival Internacional de Música y Danza, sí era la primera vez que un grupo indie-rock llegaba a este enclave nazarita. Quizás fuera la ubicación, el público, los chicos de Love of Lesbian, el cielo estrellado pero todo fluía con total naturalidad.

En una apuesta por acercar nuestro monumento más famoso a la ciudad, el Patronato de la Alhambra junto a la promotora Proexa han diseñado un ciclo, 1001 Noches, con cuatro citas a lo largo del presente mes de septiembre. Unos conciertos que parece llenarán las más de las 1.200 sillas que se disponen en este espacio abierto, llevan ya 3 "todo vendido" y que nos hace pensar que esta serie de conciertos han venido para quedarse y así convertir a los cipreses de la zona en el cuerpo de baile que acoja al resto de artistas que están por pasar.

Los encargados de inaugurar esta nueva iniciativa eran Love of Lesbian uno de los grandes nombres del panorama nacional y nos sirvió para constatar que todo ese empaque y solvencia se fusionan con letras llenas de sentimiento, marca de la casa y con la teatralidad que suele aportar Santi Balmes en sus interpretaciones. Además hay que sumar las sutiles y emotivas proyecciones en las 3 pantallas LED que conforman parte del escenario, espacio éste dividido en 3 alturas llevando la batería a la parte más elevada del mismo.

Durante su extenso repertorio elegido para la ocasión se fueron intercalando temas del nuevo disco, "Viaje épico hacia la nada" con otros de su discografía como "Noches reversibles", "Bajo el volcán". Queremos hacer mención especial a "El Sur", el tema en colaboración con Enrique Bunbury y que nace de la inspiración que le vino al ver la película homónima de Víctor Erice, una canción que se adentra en las percepciones personales por las que cada uno de nosotros atravesamos a diario.

El concierto transcurría en un completo y absoluto silencio además de cumplimiento a rajatabla de las medidas anti-covid, algo que ayudaba para disfrutar de lo que estaba siendo un concierto magistral con un sonido exquisito y donde a pesar de la frialdad de las sillas el público conectó y de que forma con la banda catalana. Tanto es así que en un laberíntico discurso de Julián Saldarriaga, con ataque de risa entre el público hubo un momento en el que se contagió Santi Balmes, prueba irrefutable de esa comunión entre los presentes.

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Uno de los temas que suena diferente a todo el disco nuevo es "El mundo" y que gana con los arreglos de directo, una especie de fado portugués y que nos trajo a la memoria al querido Carlos Cano, para llevarnos de viaje imaginario por todo el planeta y que contiene pasajes tan bellos como este; "¿No ves que el mundo a veces, por un segundo deja de ser absurdo si en medio estamos tú y yo?".

Una vez llegado este momento, el concierto vuelve a coger una nueva velocidad y van explotando temas uno tras otro y sin solución de continuidad, donde no fallan sus icónicos como John Boy o Planeador para enlazar con la triste despedida tras el bis, eso sí, tras casi dos horas y quince minutos de un directo que ha pasado a la historia de Granada por dejar momentos imborrables en los espectadores como por estrenar una nueva cara de la Alhambra.