Los hosteleros navarros deciden cerrar este jueves en protesta por los incidentes de las últimas semanas
Denuncian el "descontrol" que se produce en las calles del Casco Viejo durante las jornadas del llamado "juevintxo"
La "gota que ha colmado el vaso" ha sido la paliza que recibió el pasado jueves el encargado de un bar del Casco Viejo

Un bar de Pamplona con medidas de distanciamiento entre clientes / Eduardo Sanz (EP)

Pamplona
Hosteleros del Casco Viejo de Pamplona cerrarán este jueves a partir de las seis de la tarde sus establecimientos, hasta el día siguiente, para protestar por el "descontrol" que se produce en las calles del barrio durante las jornadas del llamado "juevintxo".
La "gota que ha colmado el vaso", ha explicado el portavoz de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh), Juan Carlos Oroz, ha sido la paliza que recibió el pasado jueves el encargado de un bar del Casco Viejo de Pamplona.
El hostelero fue trasladado a urgencias hacia las 22,00 horas tras recibir una paliza por parte de varios jóvenes tras un incidente previo en el bar, unos hechos que está investigando la Policía Municipal.
Durante los jueves han tenido lugar altercados en este barrio de Pamplona, como los de la noche del 27 de agosto, que se saldó con 11 jóvenes detenidos y ocho policías municipales heridos, y el 2 de septiembre.
El cierre, ha comentado, no está organizada por ninguna asociación, sino que ha surgido entre los propios hosteleros de la calle San Nicolás, donde se encentra en establecimiento del hostelero agredido.
El seguimiento del cierre en las calles más afectadas, como San Nicolás y Estafeta, "está prácticamente confirmado al cien por cien y hay otras zonas de Pamplona que también se están sumando, como Navarrería, Calderería o Plaza del Castillo", ha precisado.
El objetivo, ha insistido, es denunciar "el descontrol y falta de seguridad que se respira en las calles. Hemos decidido decir basta ya y hasta aquí hemos llegado".
Oroz ha considerado que en este problema confluyen varios factores, entre ellos el hecho de que, "al no existir ocio nocturno, la gente se concentra más todavía en el Casco Viejo, porque no funcionan discotecas, no funcionan bares de copas que hay en otros barrios".




