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Las últimas de las 52 víctimas de la zódiac murieron la víspera de hallarlas

Cuando el pasado 19 de agosto el petrolero Evros encontró una lancha neumática semihundida a 250 kilómetros de Gran Canaria, la única superviviente de las 53 personas que habían partido en ella se aferraba a sus restos junto a los cadáveres de dos compañeros: un hombre y una mujer que habían fallecido apenas 24 horas antes, según revelan ahora las autopsias.

Helicóptero de Salvamento Marítimo / Archivo

Canarias

Cuando el pasado 19 de agosto el petrolero Evros encontró una lancha neumática semihundida a 250 kilómetros de Gran Canaria, la única superviviente de las 53 personas que habían partido en ella se aferraba a sus restos junto a los cadáveres de dos compañeros: un hombre y una mujer que habían fallecido apenas 24 horas antes, según revelan ahora las autopsias.

La zódiac había salido desde sur de Marruecos o el norte del Sahara una semana antes con el previsible propósito de llegar a Fuerteventura, la costa europea más cercana, situada poco más de 100 kilómetros en línea recta, uno o dos días de navegación.

En ella partieron 53 personas, según explicó la única superviviente a la Policía y la Cruz Roja nada más aterrizar en Gran Canaria con el helicóptero de Salvamento Marítimo que la evacuó.

Lo poco que contó en ese momento, mientras la estabilizaban para llevarla al hospital, todavía exhausta y aturdida, es lo único que se sabe de sobre ese naufragio, porque la Policía no llegó a interrogarla: dijo que eran 53 personas, que habían salido "de Marruecos" y que llevaban siete días en el mar.

El resto son los datos objetivos con los que se encontró Salvamento Marítimo al llegar a la zona: una lancha neumática de color negro, con uno de sus patines pinchado en la zona de popa, el otro dañado y que flotaba del revés. Había volcado.

El colectivo Caminando Fronteras asegura que los pocos datos aportados por la superviviente coinciden con los de una neumática que salió el 12 de agosto desde Blaya, en la costa de El Aaiún, con 53 ocupantes: 35 hombres, 17 mujeres y un menor.

Murieron 52. No se sabe qué les pasó, pero si volcaron (la zódiac estaba del revés), puede que algunos se ahogaran. Y los que consiguieron agarrarse a los restos de la lancha para seguir a flote, seguramente fueron desfalleciendo de cansancio, hambre y sed.

Los dos últimos en morir fueron un joven de unos 17 años y una mujer de alrededor de 20. La autopsia ha dictaminado que murieron de deshidratación e hipotermia (es decir, de frío y sed) en la jornada previa de que los marineros del Evros los encontraran, han informado a Efe fuentes del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas.

A lo largo de este año, se han multiplicado las salidas de inmigrantes hacia Canarias desde la costa de El Aaiún en lanchas neumáticas. Para las ONG que siguen de manera permanente los flujos migratorios, el auge de las neumáticas es la gran novedad de 2021 en la Ruta Canaria y, también, uno de los aspectos más preocupantes.

Porque se trata de embarcaciones que resultan demasiado endebles para navegaciones en océano abierto, sobre todo si van sobrecargadas con medio centenar de personas o más a bordo (como en este caso).

La zódiac en la que fallecieron estas 52 personas fue encontrada un jueves. El lunes previo, apareció en las costas de Nuabibú, en Mauritania, otra zódiac que había navegado unos 1.000 kilómetros a la deriva tras haber salido dos semanas antes desde El Aaiún: solo siete de sus 54 ocupantes sobrevivieron.

Según la Organización de Naciones Unidas para las Migraciones (OIM), 785 personas han muerto en lo que va de año intentando llegar en patera a Canarias, más del doble que en 2020. Solo en agosto, perdieron la vida 379, lo que supone un promedio de doce muertes al día.

 
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