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Quién es Noelia de Mingo, la médica que escribía con el ordenador apagado

Residente en la Fundación Jiménez Díaz, su enfermedad estalló con violencia en el mes de abril de 2.003

Noelia de Mingo llegando a los juzgados de Plaza de Castilla en una imagen de archivo. / Europa Press - Archivo

Madrid

Detenida de nuevo este lunes, la violencia entró en la historia de Noelia de Mingo casi dos décadas antes. Al menos fue entonces cuando la médica, afectada por una grave enfermedad, cuajó en su mente una conspiración y un plan de respuesta que le llevó a matar a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz. El suceso  de este lunes se ha producido poco antes de las 12.03, cuando la Guardia Civil ha recibido una llamada alertando de que había una mujer muy alterada en el interior de un supermercado en la Avenida de España de El Molar.

Una enfermedad que estalló en 2.003

Hacía tiempo que Noelia De Mingo, la joven residente de Reumatología, actuaba de manera extraña; pero eso no lo supo todo el país hasta después. "Cosas muy raras; por ejemplo, escribiendo informes con el ordenador apagado", explicaba Fernando Alberca, novio de Leilah El Ouamaari, después de los hechos. "Mi novia tenía miedo, pero no por ella, sino que tenía miedo de lo que le pudiera pasar a cualquier paciente". Pasó que Leilah y otras dos personas recibieron las puñaladas de Noelia que las mataron.

En abril de 2003 y, según el informe psiquiátrico que se conoció años más tarde, la médica de 31 años, había comprado un cuchillo para deshacerse de los compañeros que, según ella, querían matarla. Sufría esquizofrenia paranoide, alucinacione y en su delirio asestó aquel jueves, día 3, hasta 17 puñaladas que mataron a tres personas e hirieron a otras cinco. Pudo ser todavía peor, de no ser por el celador que la detuvo a golpe de perchero.

"Llegaba totalmente desaliñada, la cara desencajada, con la mirada perdida, manos metidas en los bolsillos", relataba una de sus compañeras en la Jiménez Díaz durante el juicio por homicidio e intento de homicidio que comenzó tres años después. El proceso sacó a la luz los relatos de sus compañeros de hospital. Una espiral de señales extrañas contra las que nadie actuó. "Su actitud dentro de la consulta no era normal. Incluso con los pacientes delante, volcaba la cabeza hacia abajo, se quitaba cosas de la bata continuamente y no tenía nada. Tenía una mirada heladora y trataba a los pacientes con mucha brusquedad".

La sentencia dela Audiencia Provincial de Madrid dio por demostrado que el tutor de De Mingo, sus superiores y los responsables del hospital conocían su estado. A pesar de ello, la mantuvieron en su puesto. Ante el magistrado, Noelia, no quiso hablar acogiéndose a su derecho a no declarar.

Los informes médicos llevaron a su absolución por problemas mentales y el juez dictó su internamiento en un centro psiquiátrico por un máximo de 25 años. Pero en 2017, los forenses determinaron que la enfermedad de Noelia estaba controlada y ella regresó a su pueblo, El Molar, 39 kilómetros al norte de la capital, considerado el primer municipio de la sierra.

Los familiares de las víctimas expresaron entonces su disgusto. "No podemos olvidar que es autora de los crímenes más atroces que recuerda la España moderna cometidos por una persona que sufre esquizofrenia paranoide", declaró su abogado, Carlos Sardinero, a varios medios. Los especialistas coinciden, en todo caso, en que es muy infrecuente que las personas que sufren esquizofrenia paranoide actúen con tanta violencia. 

Noelia de Mingo vivía desde el regreso a su pueblo en tratamiento ambulatorio y bajo la custodia de su madre. Hasta que la enfermedad ha vuelto en forma de brote en la mañana de este lunes, en un supermercado.

 
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